Por Virginia Delgado
3 de septiembre de 2025La exposición de un hombre al tabaquismo pasivo durante su infancia puede elevar el riesgo de sus hijos de padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología que ya es la tercera causa de muerte en el mundo con tres millones de fallecimientos al año.
A esta conclusión ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia), después de observar datos de 8.022 niños participantes en el Estudio Longitudinal de Salud de Tasmania (TAHS). Un proyecto sobre salud respiratoria que comenzó en 1968 siguiendo a un numeroso grupo de menores y, posteriormente, a padres y hermanos.
Como se explica en Thorax, revista que ha publicado la investigación, en su día sus padres completaron una encuesta exhaustiva sobre la salud respiratoria de sus hijos y la suya. A partir de entonces, se realizaron controles cuando los niños tenían 13, 18, 43, 50 y 53 años. Estos incluyeron cuestionarios sobre datos demográficos y síntomas o enfermedades respiratorias, así como una prueba no invasiva que evalúa la función pulmonar, llamada espirometría, con la finalidad de evaluar dos medidas de la función pulmonar (FEV1 y FVC).
En 2010, se localizaron a 7.243 de aquellos padres, de los cuales 5.111 fueron encuestados de nuevo. Entre las cuestiones, se les preguntó si alguno de sus progenitores había fumado cuando ellos tenían entre cinco y 15 años.
Finalmente, el análisis final incluyó 890 parejas padre-hijo con datos sobre la exposición pasiva al humo de tabaco del padre antes de la pubertad y datos de la función pulmonar de sus hijos hasta los 53 años.
Los resultados mostraron que los hijos de progenitores expuestos al tabaquismo pasivo durante su niñez tenían un 56% más de probabilidades de presentar una función pulmonar por debajo del promedio. También, se vio una duplicación del riesgo de EPOC a la edad de 53 años en sus hijos, aunque este dato no fue estadísticamente significativo después de ajustar otros factores potencialmente influyentes.
Josep Maria Suelves, jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo y de las Lesiones en la Agencia de Salud Pública de Cataluña y vocal de la Junta Directiva del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, ha calificado el trabajo llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Melbourne como “robusto”. No obstante, ha subrayado que son necesarias más investigaciones e iniciativas para proteger a la infancia y la adolescencia frente al humo del tabaco.