Por Santiago Melo
22 de septiembre de 2025Un estudio dirigido por la Universidad de Columbia (EE. UU.) ha identificado por primera vez una relación clara entre el cabeceo frecuente en el fútbol y el daño cerebral en regiones clave para la función cognitiva. Utilizando una innovadora técnica de resonancia magnética de difusión, los investigadores observaron alteraciones en la interfaz entre la materia blanca y la materia gris de la corteza cerebral, justo detrás de la frente, en jugadores que realizaban más de 1.000 cabezazos al año.
El hallazgo más significativo es que estos futbolistas mostraban transiciones más difusas entre ambos tipos de tejido cerebral en la región orbitofrontal, un área relacionada con el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. Además, aquellos con más cabezazos obtuvieron peores resultados en pruebas cognitivas básicas, en comparación con quienes cabeceaban con menor frecuencia o con atletas que no practicaban deportes de contacto. “El impacto repetido crea fuerzas de cizallamiento en esta zona vulnerable del cerebro”, explica Michael Lipton, autor principal del estudio y profesor en el Vagelos College of Physicians and Surgeons. Según añade, este tipo de lesiones puede acumularse a lo largo del tiempo y derivar en déficits cognitivos persistentes.
El estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, se ha realizado sobre una muestra de 352 futbolistas amateur adultos y 77 deportistas que no practican deportes de contacto. Los resultados se reforzaron con un segundo estudio complementario, que utilizó una técnica de imagen diferente y halló anomalías en la misma zona cerebral.
Este avance no solo proporciona evidencias sólidas del impacto del cabeceo repetitivo, sino que también abre la puerta a nuevas herramientas de detección precoz y prevención. El equipo de investigación trabaja ahora en determinar si estos biomarcadores podrían estar relacionados con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como la encefalopatía traumática crónica, común en deportistas expuestos a impactos constantes en la cabeza.