Por Clara Arrabal
23 de abril de 2025Hoy, 23 de abril y Día Internacional del Libro, son cientos de historias, cuentos y narraciones fantásticas las que se nos vienen a la cabeza y, en Medicina Responsable, todas ellas tienen que ver con la salud y el conocimiento científico.
El director médico de Medicina Responsable Pedro Gargantilla, gran conocedor de la literatura médica, nos cuenta cuáles son los cinco libros que han revolucionado el mundo de la medicina a lo largo de la historia. Entre ellos, afirma que hay verdaderas enciclopedias, compendios de todas las épocas y continentes, y autores que han sido clave para el desarrollo de disciplinas como la anatomía o la farmacología.
Este libro es una verdadera enciclopedia de la medicina clásica y árabe que recopila todo el saber médico hasta el siglo XI. Tanto es así, que se alza como el tratado médico con mayor autoridad en el mundo islámico de la época y cuya lectura fue obligada en las universidades europeas hasta bien entrada la Edad Moderna.
Marcó un antes y un después en la historia de la ciencia: se tradujo al latín, al hebreo y su influencia se extendió por toda Europa gracias a la versión que se realizó en la segunda mitad del siglo XII en la Escuela de Traductores de Toledo.
La obra recopila el saber médico de su época, combinando la medicina islámica medieval, la tradición clásica y la propia experiencia personal de Avicena, su autor, un médico y filósofo persa que vivió durante los siglos X y XI en el actual Irán, y que elaboró más de 300 escritos de ciencia y filosofía. El más conocido de ellos, El canon de la medicina.
Este libro fue publicado en 1543 y supuso una transformación de la enseñanza de la anatomía.
Su autor es Andreas Vesalio, un médico originario de la Bruselas española en el siglo XVI y que es considerado el padre de la anatomía moderna. Además, el oficio le vino de familia, pues su abuelo ya fue médico del Emperador Maximiliano, y su padre, boticario de este.
El legado de Andreas Vesalio es indiscutible: estudió al gran Galeno, mejoró sus descripciones anatómicas, corrigió sus errores y creó un nuevo método de conocimiento. Además, según expresó en su libro “La fábrica del cuerpo humano”, el principal medio para conocer la anatomía es la disección.
Como curiosidad, además de por su sabiduría, este volumen también es considerado una verdadera obra de arte por la belleza de su portada y los bocetos de su interior, que cuidaron con gran esmero los impresores, dibujantes y grabadores que lo realizaron.
Su título completo es "Restitución del cristianismo, convocatoria a toda la Iglesia apostólica a volver a los orígenes, a restituir íntegro el conocimiento de Dios, de la fe en Cristo, de nuestra justificación, de la regeneración bautismal, de la cena del Señor, a restituirnos por fin el reino celestial, a disolver la cautividad de la impía Babilonia, a destruir del todo al Anticristo y a sus seguidores".
Esta obra ha sido de muy difícil acceso al gran público durante muchos años ya que se destruyeron prácticamente todos los ejemplares. De hecho, Servet fue perseguido por sus doctrinas y quemado en la hoguera el 26 de octubre de 1553 junto con su obra.
A día de hoy, solo se han encontrado tres ejemplares de este libro.
Traducido al latín, “Un ejercicio anatómico sobre el movimiento del corazón y la sangre de los seres vivos”. Esta es la obra más conocida del médico William Harvey, que se publicó en 1628 y supuso una gran contribución a la fisiología cardiaca.
Argumenta que la sangre se bombea por el cuerpo humano en una “doble circulación” donde, tras regresar al corazón, recircula en un sistema cerrado hacia los pulmones y de vuelta al corazón, donde regresaba a la circulación principal.
Es un hito en la historia de la fisiología, y su obra es un modelo a seguir que ha dejado un gran legado a sus contemporáneos.
Dioscórides fue un médico griego del siglo I d.C. que es considerado el padre fundador de la farmacología, pues asentó las bases lógico-científicas de la terapia farmacológica. De hecho, su libro más famoso, “De materia médica”, es el precursor de la farmacopea moderna.
Este compendio reúne los saberes terapéuticos de las ramas de Egipto, Oriente Medio y la Antigüedad griega y romana de la época, todo ello recogido en cinco volúmenes de 491 folios y casi 400 ilustraciones a página completa.
Habla, como el texto bien dice, sobre la “preparación, propiedades y pruebas de drogas” y describe unas 600 plantas medicinales, 90 minerales y alrededor de 30 sustancias de origen animal.
Durante la Edad Media tuvo una gran difusión y se tradujo a lenguas como el latín o el árabe. Además, en el Renacimiento, la recuperación de la terapéutica clásica se efectuó mediante las ediciones traducidas y comentadas de esta obra.