Por Sergio Díaz
24 de septiembre de 2024Un estudio piloto, liderado por Quirónsalud con la colaboración del Departamento Médico de Roche Farma en España, ha subrayado la importancia de identificar los factores asociados al deterioro cognitivo leve (DCL) y a la enfermedad de Alzheimer (EA) a partir de datos de la práctica clínica habitual. La investigación se realizó con más de 2.000 personas que acudieron por problemas cognitivos entre 2007 y 2022 a los servicios de Neurología de varios hospitales de Quirónsalud Madrid.
El estudio observacional concluyó que factores como la edad, la apatía, la ansiedad y el nivel educativo podrían ser claves en la detección precoz del alzhéimer. “La edad y la apatía aparecen como factores de riesgo en el desarrollo de DCL y EA. Por el contrario, un alto nivel educativo actúa como factor protector, ayudando a mitigar el deterioro", explicó el doctor Rafael Arroyo, jefe del Departamento de Neurología de Quirónsalud Madrid.
Este especialista subrayó la importancia de evitar el infradiagnóstico, señalando que "el mayor éxito es lograr la detección lo más temprana posible, incluso en pacientes presintomáticos, que es cuando los tratamientos pueden ser más efectivos".
El director general de Roche Farma en España, Patrick Wallach, destacó la magnitud de la EA como un problema de salud pública. “En los países occidentales, el coste de estas enfermedades es comparable al del cáncer, las enfermedades cardiovasculares y diabetes juntos. Asimismo, una de cada tres personas mayores fallece con alzhéimer o alguna demencia, y es la séptima causa de muerte a nivel mundial”, declaró Wallach, recalcando la urgencia de priorizar esta enfermedad en el ámbito sanitario.
El estudio también destacó la relevancia de la “reserva cognitiva”, relacionada con el nivel educativo. "A mayor reserva cognitiva, menos probabilidad de sufrir este deterioro cognitivo", confirmó el doctor Arroyo, apuntando que la recopilación de información sobre antecedentes familiares y otros factores será clave para mejorar los modelos predictivos.
De cara al futuro, los expertos apuntan a la necesidad de continuar enriqueciendo la base de datos con información de pruebas de neuroimagen (permite el estudio de las propiedades bioquímicas y metabólicas del cerebro) y biomarcadores (una prueba que identifica genes, proteínas y otras sustancias), para optimizar la detección y seguimiento de los pacientes. “Todo ello nos ayudará a tener información muy relevante desde el principio, de personas con pérdidas de memoria que no responden a una enfermedad predeterminada, pero en las que podremos predecir su riesgo de desarrollar alzhéimer”, concluyó el doctor Arroyo.
Por su parte, el doctor Jorge Mauriño, responsable del Área de Neurociencias de Roche Farma en España, reafirmó el compromiso de la empresa en la investigación de enfermedades neurodegenerativas, mencionando que su trabajo incluye "programas de investigación en fase III en esclerosis múltiple, enfermedad de Alzheimer y párkinson". Además, destacó la importancia de estudios observacionales como el presentado para transformar el diagnóstico y tratamiento de estas patologías.