Por Europa Press
13 de mayo de 2024Una nueva investigación del Hospital Universitario Karolinska Huddinge (Suecia), presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) en Venecia (Italia) y publicada en el International Journal of Obesity, podría ayudar a explicar por qué la diabetes tipo 2 es más común en hombres que en mujeres.
"Estudios anteriores han demostrado que los hombres desarrollan diabetes tipo 2 (TD2) a una edad más temprana y con un peso menor que las mujeres y, en general, los hombres parecen tener un mayor riesgo de padecer esta afección", dice el investigador principal, el doctor Daniel P. Andersson, en el departamento de Endocrinología, Hospital Universitario Karolinska Huddinge. "Una razón para esto pueden ser las diferencias en cómo el tejido adiposo de cada sexo responde a la insulina", afirma.
El tejido adiposo es el principal órgano de almacenamiento del exceso de energía y esto se realiza en lípidos llamados triglicéridos que se componen de ácidos grasos libres. Cuando hay exceso de energía, la insulina disminuye la descomposición de los triglicéridos (lipólisis) y la liberación de ácidos grasos libres a la sangre y aumenta el almacenamiento de energía en forma de triglicéridos (lipogénesis) en las células grasas. "En la resistencia a la insulina, las células grasas son menos sensibles a la insulina y, por lo tanto, ambos procesos se ven afectados. Esto puede provocar que circule más grasa en el torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2. Si la resistencia a la insulina de las células adiposas es más pronunciada o grave en los hombres que en las mujeres, esto podría ayudar a explicar por qué la diabetes tipo 2 es más común en hombres que en mujeres", añade.
Para explorar esto más a fondo, el doctor Andersson midió el índice de resistencia a la insulina del tejido adiposo (AdipolR, una medida de la sensibilidad a la insulina de las células grasas, donde los valores más altos indican una mayor resistencia a la insulina) en 2.344 mujeres y 787 hombres, con una edad promedio de 44 años y un IMC de 35 kg/día.
Los hombres tenían valores de AdipoIR más altos que las mujeres, pero sólo cuando estaba presente obesidad (índice de masa corporal de 30 kg/m o más). Este fue el caso tanto de personas físicamente activas como sedentarias, de personas con y sin enfermedades cardiometabólicas y de personas que consumían o no nicotina. En un subgrupo de 259 mujeres y 54 hombres que vivían con obesidad, los investigadores también tomaron biopsias del tejido adiposo para estudiar el efecto de la insulina en las células grasas aisladas.
Esto mostró claras diferencias entre los sexos. En los hombres, en comparación con las mujeres, se necesitaba una concentración de insulina 10 veces mayor para bloquear la descomposición de los triglicéridos en ácidos grasos y el bloqueo también fue menos efectivo en los hombres. Sin embargo, la capacidad de almacenamiento de las células grasas fue similar en ambos sexos.
El doctor Andersson explica: "En las personas que viven con obesidad, a menudo hay un exceso de energía disponible en el cuerpo y la insulina debería disminuir la liberación de ácidos grasos y aumentar el almacenamiento de lípidos en el tejido adiposo para reducir los ácidos grasos libres que circulan en el cuerpo la sangre. Al observar las diferencias de sexo, encontramos que los hombres que vivían con obesidad tenían una mayor resistencia a la insulina en el tejido adiposo y niveles más altos de ácidos grasos libres en la sangre.
"Las diferencias observadas entre hombres y mujeres se relacionaron principalmente con una menor capacidad de la insulina para bloquear la descomposición de los ácidos grasos en las células grasas de los hombres, más que con diferencias de sexo en la capacidad de almacenamiento. Los ácidos grasos en el torrente sanguíneo tienen efectos en el hígado, los músculos y el páncreas y podrían provocar una mayor resistencia local a la insulina en estos órganos, creando un círculo vicioso que, con el tiempo, podría conducir al desarrollo de diabetes tipo 2".
Los investigadores concluyen que en las personas que viven con obesidad, la resistencia a la insulina del tejido adiposo es más grave en los hombres que en las mujeres, lo que puede explicar en parte por qué la diabetes tipo 2 es más común en los hombres.