Por Andrea Martín
27 de marzo de 2025Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha identificado un mecanismo desconocido hasta ahora que permite la regeneración del hígado de manera casi inmediata tras un daño agudo. El estudio, publicado en Nature, sugiere que la suplementación con glutamato podría ser clave para estimular la recuperación hepática en pacientes con enfermedades crónicas o sometidos a cirugías.
El hígado, fundamental en la digestión, el metabolismo y la eliminación de toxinas, tiene una notable capacidad de regeneración. Sin embargo, esta función se ve afectada en enfermedades crónicas como la cirrosis, cada vez más frecuentes debido a hábitos alimentarios poco saludables, y el consumo excesivo de alcohol.
Por ello, aprender a activar la regeneración hepática se ha convertido en una prioridad médica, especialmente para pacientes con daño grave o aquellos que han sufrido una extirpación parcial del órgano.
Según el estudio del CNIO, el proceso de regeneración comienza apenas unos minutos después de un daño hepático agudo y está impulsado por la interacción entre el hígado y la médula ósea a través del glutamato, un aminoácido que juega un papel clave en esta comunicación celular.
Los investigadores descubrieron que, tras un daño en el hígado, los hepatocitos producen glutamato y lo liberan al torrente sanguíneo. Este aminoácido viaja hasta la médula ósea, donde activa a los monocitos, un tipo de células del sistema inmunitario. Estos monocitos, al desplazarse nuevamente hacia el hígado, se transforman en macrófagos, cuya actividad metabólica es reprogramada por el glutamato. Como resultado, los macrófagos comienzan a segregar un factor de crecimiento que estimula la proliferación de nuevas células hepáticas.
"Este descubrimiento aporta una nueva y compleja perspectiva sobre cómo el hígado estimula su propia regeneración", explica Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO y autor principal del estudio.
El estudio también arroja luz sobre cómo se coordinan las diferentes zonas del hígado durante la regeneración. Se ha identificado que los hepatocitos encargados de producir la proteína glutamina sintetasa, responsable de regular los niveles de glutamato, juegan un papel clave en este proceso.
Los experimentos, realizados en modelos animales y validados con herramientas bioinformáticas, sugieren que la suplementación con glutamato podría aplicarse en tratamientos médicos. Djouder señala que, en el futuro, "simplemente añadir glutamato a la dieta podría acelerar la recuperación del hígado tras una cirugía o ayudar a reducir el daño en enfermedades como la cirrosis".
María del Mar Rigual, investigadora del CNIO y primera autora del estudio, destaca la importancia de continuar explorando esta vía en humanos: "Nuestro objetivo es evaluar la eficacia del glutamato en pacientes sometidos a resecciones hepáticas por tumores".
Este avance abre una nueva puerta en el tratamiento de enfermedades hepáticas y podría transformar el enfoque terapéutico en pacientes con daño hepático grave, mejorando su recuperación y calidad de vida.