Por Andrea Martín
17 de febrero de 2025Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre una faceta poco conocida del corazón revelando que no solo es el motor incansable del cuerpo, sino que también posee una capacidad sensorial inesperada.
Investigadores de la Universidad Loyola de Chicago (Estados Unidos) han descubierto que el músculo cardíaco cuenta con receptores del sabor dulce, similares a los presentes en la lengua. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre cómo la dieta puede influir directamente en la función cardíaca.
Los receptores del gusto suelen asociarse con la lengua, pero estudios previos han demostrado que también están presentes en otros órganos, desempeñando funciones distintas. En este caso, los científicos identificaron los receptores TAS1R2 y TAS1R3, receptor celular que facilita el sentido del gusto, en las células del músculo cardíaco y comprobaron que son funcionales.
El equipo de investigación analizó el efecto de la estimulación de estos receptores en células cardíacas humanas y de ratones mediante el uso de aspartamo, un edulcorante artificial común. Los resultados fueron sorprendentes: la activación de los receptores provocó un aumento en la fuerza de contracción del corazón y aceleró el manejo del calcio, un proceso esencial para el mantenimiento del ritmo cardíaco.
Micah Yoder, estudiante de posgrado y miembro del equipo de investigación, explicó que, tras ingerir alimentos, se ha observado un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. "Anteriormente, se pensaba que esto era una respuesta neuronal. Pero ahora proponemos que el aumento de azúcar en sangre después de comer se une directamente a estos receptores en las células del músculo cardíaco, lo que genera una variación en el ritmo cardíaco", afirmó.
Otro dato relevante del estudio es que los receptores del sabor dulce son más abundantes en los corazones de pacientes con insuficiencia cardíaca. Esto sugiere que el corazón podría estar ajustando su capacidad de detección de nutrientes en respuesta a cambios energéticos durante la enfermedad. Según Yoder, "durante la insuficiencia cardíaca, el corazón cambia su forma de obtener energía y prioriza la captación de glucosa, lo que podría explicar la mayor presencia de estos receptores".
Además, la investigación sugiere una posible conexión entre el consumo excesivo de edulcorantes artificiales y la aparición de arritmias. La sobreestimulación de estos receptores parece aumentar la incidencia de ritmos cardíacos irregulares, lo que podría explicar por qué el consumo elevado de bebidas endulzadas artificialmente ha sido vinculado con problemas cardiovasculares.
Si bien estos hallazgos abren nuevas vías de investigación en la fisiología del corazón y su relación con la dieta, los científicos subrayan la necesidad de continuar explorando los efectos a largo plazo de la estimulación de estos receptores. También se plantea la posibilidad de desarrollar tratamientos innovadores para la insuficiencia cardíaca aprovechando este mecanismo recién descubierto.