Por Medicina Responsable
30 de julio de 2025Inmunólogos del Instituto Salk (Estados Unidos) han descubierto en un nuevo estudio publicado en “Nature Immunology” que las células inmunes viajan desde el intestino hasta la glándula mamaria para apoyar la lactancia.
Para demostrarlo, han creado un mapa de la migración de células inmunitarias, llamadas linfocitos T, antes y durante el periodo lactante, a través del cual han hallado que estas abundan en las glándulas mamarias durante el embarazo y la lactancia, y algunos se reubican desde el intestino.
Estos hallazgos pueden ayudar a explicar las ventajas de la lactancia materna, impulsar nuevas soluciones para las madres que no pueden amamantar e informar sobre decisiones dietéticas que mejoren la producción y la calidad de la leche materna. "Al investigar cómo cambian las células inmunes durante el embarazo y la lactancia, pudimos encontrar muchas cosas interesantes, en particular, que hay un aumento significativo de células inmunes en el tejido mamario durante la lactancia", comenta la profesora adjunta Deepshika Ramanan, autora principal del estudio. Sin embargo, como la propia investigadora afirma, “lo realmente emocionante es que no solo encontramos más células T en las glándulas mamarias, sino que descubrimos que algunas de estas provenían del intestino”.
Algunas características del sistema inmunitario de la glándula mamaria pueden inferirse a partir de la investigación sobre el contenido de la leche. Por ejemplo, la presencia de anticuerpos en la leche materna implica la presencia de células inmunitarias productoras de anticuerpos, llamadas linfocitos B. Sin embargo, pocos han estudiado directamente la actividad de las células inmunitarias dentro de la propia glándula mamaria.
Ahora los investigadores, a través de este nuevo estudio, confirmaron que dichas células “están apoyando el tejido mamario de la misma manera que normalmente lo hacen con el tejido intestinal". "Sabemos mucho más sobre cómo cambia el sistema inmunitario materno durante este período crítico -afirma Ramanan- y podemos usar esta información para comenzar a explorar los efectos directos de estas células inmunitarias en la salud materna e infantil".
Además, plantean la hipótesis de que las hormonas influyen en numerosos cambios y que el objetivo general es proteger a la madre del mundo exterior y las infecciones asociadas. Pero cómo influyen en la lactogénesis, la calidad de la leche y la salud materna e infantil es el siguiente punto a resolver.
La lactancia materna tiene beneficios reconocidos tanto para la madre como para el niño, ya que reduce el riesgo materno de cáncer de mama y de ovario, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, a la vez que fortalece la nutrición y el sistema inmunitario del bebé. Sin embargo, debido a que el embarazo y la lactancia han sido históricamente poco estudiados, aún se desconoce la base científica de muchos de estos beneficios.
La mayoría de los estudios sobre la lactancia materna se centran en la relación entre el contenido de la leche y la salud infantil. Estos, incluyendo trabajos previos de Ramanan, han demostrado que los bebés reciben importantes bacterias intestinales y anticuerpos de su madre a través de la leche materna, lo que sienta las bases fundamentales para el desarrollo de su sistema inmunitario.