Por Andrea Martín
25 de septiembre de 2023Sensación de mariposas en el estómago, garganta seca, nervios… No hay nada más universal ni posiblemente más codiciado que estar enamorado. Ya sea amor hacia la familia, amigos o pareja, nadie se libra de esa sensación que genera un cóctel químico en nuestro cerebro y que nos hace sentir felices. Pero ¿cómo se sienten y con qué intensidad se experimentan los distintos tipos de amor?
Investigadores de la Universidad Aalto, en Finalndia, han elaborado un mapa de los diferentes tipos de amor y su intensidad y en qué parte del cuerpo se sienten. El equipo realizó una encuesta a cientos de participantes sobre cómo experimentaban 27 tipos diferentes de amor, como el amor romántico, el amor sexual, el amor de los padres o el amor por los amigos, entre otros. El equipo preguntó a los participantes dónde sentían los diferentes tipos de amor en sus cuerpos y cómo de intenso era el sentimiento físico y mental.
Para construir el mapa, se pidió a los participantes que colorearan una silueta corporal para mostrar dónde sentían cada tipo de amor. También se les preguntó cómo los sentían, tanto a nivel físico como mental, cómo de agradable era esa sensación y cómo se asociaba con el tacto. Finalmente, se les pidió que calificaran la cercanía de los tipos de amor.
Los resultados, publicados en la revista Philosophical Psychology, sugieren que los diferentes tipos de amor forman un “continuo”, es decir, todos se sentían con fuerza en la cabeza, pero diferían en el resto del cuerpo: algunos se extendían sólo al pecho, mientras que otros se sentían en todas partes. Así, por ejemplo, las formas más fuertes de amor, el amor pasional y el “amor verdadero”, se sentían más ampliamente en todo el cuerpo. “Cuanto más fuerte se siente un tipo de amor en el cuerpo, más fuerte se siente en la mente y más placentero es", explica el filósofo Pärttyli Rinne, coordinador del estudio. Por el contrario, el amor por los extraños, el amor menos fuerte, se sentía únicamente en la cabeza y de una forma tenue.
Los sentimientos medios más positivos y fuertes fueron para el amor sexual, romántico, recíproco, verdadero y apasionado. En lo referente a la duración del amor, el tiempo más corto en el que si sintió la experiencia del amor fue el amor a la naturaleza, y el tiempo más largo es el amor a Dios.
Los participantes explicaron que tienen un menor control sobre los tipos de amor relacionados con las relaciones de parentesco (el amor del padre y de la madre por su hijo, el amor de los padres) y que el tipo de amor que uno experimentaba con menos fuerza era el amor propio. Por el contrario, los tipos de amor relacionados con la sexualidad (sexual, apasionado, romántico) fueron los que tuvieron un mayor sentimiento corporal y los que más se sentían en todas las partes del cuerpo.
En general, las áreas de activación corporal subjetivamente sentida en diferentes tipos de amor son el pecho y la cabeza, lo que probablemente indica cambios en el ritmo cardíaco, la respiración y las expresiones faciales, incluido el sonrojarse. Por otro lado, los sentimientos asociados con tipos de amor más débiles tienden a concentrarse en la cabeza. Esto puede deberse a que los sujetos asocian conceptos más abstractos como sabiduría o moralidad con el cerebro.
Rinne también señala que existen diferencias culturales en el amor y que la demografía del grupo de estudio influye en la experiencia del amor. “Si el mismo estudio se hiciera en una comunidad altamente religiosa, el amor a Dios podría ser el amor más intensamente experimentado de todos. Del mismo modo, si los sujetos fueran padres en una relación, como en nuestro proyecto de estudio del cerebro en curso, el amor por los niños podría ser el tipo de amor más fuerte,” concluye Rinne.