Por Andrea Rivero
11 de mayo de 2022La tuberculosis suena a enfermedad del pasado, pero no es así, millones de personas la sufren cada año. Y la situación puede empeorar debido a la resistencia a los antibióticos que ha desarrollado el Mycobacterium tuberculosis, el patógeno que causa la enfermedad. Por ello, investigadores de la Universidad de San Diego han identificado marcadores genéticos raros de esta bacteria que podrían mejorar la detección temprana de las cepas resistentes a los fármacos.
Actualmente, para comprobar si una persona es portadora de una cepa de tuberculosis (TB) que no va a responder al tratamiento habitual, se realizan cultivos. Se extrae una muestra de moco del tracto respiratorio y se van probando diversos antibióticos. Pero, el problema que existe es que la tuberculosis se desarrolla muy lentamente, por lo que este proceso puede llevar semanas.
De acuerdo con Faramarz Valafar, investigador principal y profesor de salud pública de la Universidad Estatal de San Diego, California, “en esas semanas, ese paciente está propagando TB que podría ser resistente a los antibióticos. Las herramientas de diagnóstico molecular son mucho más rápidas. Estas prueban marcadores genéticos comunes de resistencia a los medicamentos y permiten un tratamiento más oportuno”.
Las cepas de tuberculosis con mecanismos raros de resistencia, es decir, que no poseen marcadores genéticos comunes, todavía esquivan la detección molecular. Según Valafar, “esto lleva a los médicos a concluir incorrectamente que los medicamentos estándar matarán la bacteria. El paciente recibe los medicamentos incorrectos y continúa infectando a otros durante semanas, antes de que se dé cuenta de que estos medicamentos no están funcionando”.
El descubrimiento de los investigadores se logró analizando siete muestras diferentes de Mycobacterium tuberculosis de siete países distintos. Tras esto, se llevó a cabo un cultivo que mostró que algunas de esas muestras eran resistentes a los medicamentos. Concretamente, se identificaron dos conjuntos de mutaciones genéticas raras que impiden que los fármacos que se utilizan contra la tuberculosis actúen, la kanamicina y la capreomicina.
Debido a la evolución de la resistencia a los antibióticos se deberán hacer estos análisis con frecuencia para poder adaptarse a las diferentes regiones del mundo. Y también, para poder mantener actualizadas las cepas que están manifestando la resistencia.