Por Juan García
26 de septiembre de 2025El presidente estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a desatar la inquietud en la industria farmacéutica con el anuncio de nuevos aranceles para el sector. A través de un comunicado en su red social TruthSocial, el jefe de la Casa Blanca ha anunciado la “imposición de aranceles del 100% a cualquier producto farmacéutico de marca o patentado”, a menos que la compañía esté construyendo una planta de fabricación en suelo estadounidense.
Con esta nueva medida, el mandatario norteamericano redobla la presión sobre el sector para reforzar la industria norteamericana y apretar a los competidores europeos. Tras el acuerdo alcanzado entre la administración Trump y la Comisión Europea para establecer unos aranceles del 15% a toda la industria, se han sumado otras medidas de presión como el ultimátum para que las compañías bajaran los precios de los medicamentos en EE.UU. en 60 días.
Trump explica en su breve mensaje que quedarán excluidos de este impuesto aquellas compañías que hayan iniciado las obras o estén en construcción de alguna planta de producción farmacológica en su país. En caso contrario, estos aranceles entrarán en vigor a partir del próximo 1 de octubre.
La Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (EFPIA) ya ha pedido que la UE y EE.UU. negocien "con urgencia" para "evitar cualquier arancel", después de este último anuncio del presidente norteamericano.
Las reacciones no se han hecho esperar y la directora general de la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia), Nathalie Moll, ya ha advertido de los enormes efectos perjudiciales que tendría esta medida para el sector. La directiva subraya que ya hay un acuerdo comercial entre la UE y EE.UU. por lo que establecer este arancel adicional conduciría al “peor de los escenarios posibles”. "La UE y Estados Unidos ya cuentan con un acuerdo comercial; es necesario entablar con urgencia discusiones sobre cómo evitar cualquier arancel a los medicamentos que perjudique a los pacientes en la UE y en EE. UU", afirmó a EFE Nathalie Moll.
Los aranceles, añade la industria europea, crearían "el peor de los escenarios posibles" porque "aumentan los costes, interrumpen las cadenas de suministro e impiden que los pacientes accedan a tratamientos que salvan vidas". Al mismo tiempo, ha reconocido que la UE “debe mejorar su apoyo al coste de la investigación y el desarrollo a escala mundial”.
Este anuncio supone un nuevo terremoto para el ya convulso mercado internacional, que en Europa arrastra problemas de autonomía estratégica y pérdida de liderazgo en innovación desde hace años. Trump echa así un nuevo pulso a la industria europea como parte de su agresiva política comercial, con la que busca aliviar el déficit del gobierno federal.