Por Gema Puerto
16 de noviembre de 2023Ozempic, Saxenda, Wegoby, Victoza… Los fármacos contra la diabetes tipo 2 (agonistas del receptor de GLP1 o inhibidores de la SGLT2) se han hecho populares en los últimos meses, no solo por sus buenos resultados en la lucha contra esta enfermedad, sino también por el contundente efecto en la bajada de peso de pacientes con obesidad o sobrepeso. Debido a su gran demanda entre la población, influenciada por las redes sociales, actualmente existe un desabastecimiento intermitente de estos productos en las farmacias, lo que perjudica a los enfermos diabéticos que no pueden adquirirlos para tratarse, como así señalan desde la Sociedad Española de Diabetes (SED). “El aumento de la demanda de estos medicamentos, derivado del incremento de su uso en las indicaciones aprobadas, pero también fuera de sus indicaciones para la reducción del peso en personas sin diabetes, y la falta de capacidad de las plantas de fabricación para hacer frente a este aumento de demanda, ha provocado problemas en su suministro desde finales de 2022, que están condicionando nuestro quehacer diario, al no poder iniciar o continuar el tratamiento en muchos pacientes con diabetes tipo 2”.
Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), que aglutina a un total de 18 federaciones autonómicas y 123 asociaciones locales de personas con esta enfermedad, han manifestado su preocupación por este problema. En palabras de su presidente, Juan Francisco Perán, “habría que preguntar a los profesionales sanitarios por qué recetan ese medicamento para la obesidad, si solo está indicado para la diabetes”. Y es que, según admite, “lógicamente, este desabastecimiento genera malestar entre el colectivo de personas a las que represento”.
Las acciones llevadas a cabo desde FEDE en relación con esta problemática se han centrado en contactar y solicitar información a las principales fuentes a las que se deben acudir en estos casos: la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y al laboratorio que comercializa la molécula. Además, como añade el presidente de FEDE, "no sólo hay desabastecimiento de Ozempic, hay también problemas de suministro de otros medicamentos para la diabetes”.
Esta situación de desabastecimiento también afecta a las compañías farmacéuticas encargadas de la producción de los fármacos. Como explican desde el laboratorio Novonordisk, la farmacéutica de Ozempic y Saxenda, “hay un aumento inesperado de la demanda de estos productos y estamos intentando aumentar su producción, pero la demanda es tan alta que estamos haciendo nuevas líneas. De Saxenda, que es para diabetes y obesidad, se venden cajas, pero se agotan muy pronto”.
También los farmacéuticos se quejan de la falta de suministro de estos productos. “Actualmente, todos esos fármacos están agotados en las farmacias. Sanidad ha metido un nuevo requisito para los lotes de inyectables que iban a entrar y, aunque hay lotes fabricados, hasta que los laboratorios no presenten la documentación referida a este nuevo requisito, no se va a poder dar salida a los lotes que hay”, nos cuenta un farmacéutico, que no quiere dar su nombre.
Otro medicamento para la diabetes que también está afectado por esta alta demanda es Trulicity, deLilly. Como nos informan desde este laboratorio, “su prescripción es para pacientes con diabetes tipo 2 y, como los otros medicamentos prescritos para diabetes están faltando, en un proceso de suministro intermitente, nuestro fármaco Trulicity se ve afectado. Por eso, hemos comunicado a la Agencia Española del Medicamento este problema y le hemos pedido a los médicos que sólo administren este fármaco a los pacientes que ya lo tenían prescrito y no a los nuevos pacientes”.
Actualmente en España el único medicamento aceptado para su prescripción en personas con obesidad (sin diabetes) es Saxenda, de Novonordisk, cuenta la jefa de endocrinología y nutrición del Hospital Jiménez Díaz de Madrid, Clotilde Vázquez. “Es el único que está prescrito para obesidad sin diabetes. Contiene el principio activo liraglutida y, aunque es verdad que Ozempic (semaglutida) está aprobado para la obesidad en Europa, en España solo se puede administrar con un consentimiento informado para casos de no respuesta a Saxenda”, señala la endocrina.
Según fuentes médicas consultadas por Medicina Responsable, existen algunos facultativos que sí están recntando estos fármacos, no autorizados para la obesidad, a sus pacientes con el objetivo de perder peso. Sin embargo, según la doctora Vázquez, “la demanda de estos productos ha aumentado por razones correctas, otra cosa es el mal uso que se haga de estos productos, que agrava una demanda por razones no correctas”, señala Vázquez. Así, de acuerdo con la endocrina, “hay que usarlos en un plan general de pérdida de grasa planificado por un internista, un médico de familia formado o, preferentemente, por endocrinólogo experto en obesidad”. Pero, “no deben usarse si no se tienen esas garantías; no sólo porque los efectos puedan ser indeseables (los fármacos análogos del receptor GLP 1 elevan el riesgo de padecer pancreatitis por lo que su indicación terapéutica no se debe realizar a la ligera, como señala el director médico de Medicina Responsable Pedro Gargantilla), sino para que sean realmente eficaces. Es inmoral, si no son realmente necesarios usarlos, cuando hay personas que de verdad los necesitan porque tienen de verdad obesidad, diabetes o ambas cosas”.
Los análogos GLP son medicamentos extraordinarios que nacieron hace 20 años para tratar la diabetes y la obesidad. “Al ver los resultados tan buenos en pérdida de grasa, las casas comerciales han empezado a usarlos en Estados Unidos para perder kilos. En España, tenemos medicamentos aprobados para ls diabetes y la obesidad, como Victoza, pero en nuestro país ningún medicamento indicado para la obesidad está financiado por la sanidad pública. Se tienen que pagar y no son baratos”.
Como concluyen desde la FEDE, “el desabastecimiento de estos productos supone una sobrecarga para los profesionales y tiene un impacto relevante en la salud de los pacientes”, por lo que con el objetivo de evitar o paliar estos problemas, “recomiendan su utilización únicamente de acuerdo a las condiciones autorizadas, y sustituir el tratamiento por las cada vez menos opciones de medicamentos disponibles del mismo grupo terapéutico”.
Ante esta situación de desabastecimiento, que no solo afecta a España, algunos países europeos ya empiezan a poner límites a la prescripción de estos fármacos. Bélgica ha prohibido temporalmente el uso de Ozempic como tratamiento para la pérdida de peso y el instituto Federal de Alemania de Medicamentos y Dispositivos Médicos, el regulador del país germano, se está planteando la posibilidad de prohibir las exportaciones del medicamento, ya que es más barato que en otros países y una gran parte salen fuera del país.