
Por Nuria Cordón
17 de diciembre de 2025La compañía farmacéutica Eli Lilly mantiene abiertas las conversaciones con el Ministerio de Sanidad para lograr la financiación en España de Mounjaro (tirzepatida), su tratamiento para la diabetes tipo 2, tras el rechazo inicial de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) debido a su impacto económico.
Así lo ha señalado Julio Gay-Ger, presidente y consejero delegado de Lilly en España, Portugal y Grecia, durante un encuentro con periodistas, quien ha asegurado que la compañía trabaja con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para encontrar una fórmula que permita una incorporación sostenible del fármaco al Sistema Nacional de Salud. “Estamos colaborando para que el impacto en el presupuesto sea razonable y así beneficiar a los pacientes”, ha afirmado.
El fármaco cuenta ya, según Gay-Ger, con financiación pública en “seis de los ocho grandes mercados internacionales en los que se comercializa: Japón, China, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia”. España y Francia son, por el momento, las únicas grandes economías donde el medicamento no ha sido reembolsado y “no me gustaría que España fuese el último país en conseguir el reembolso”, ha apuntado el presidente a los medios de comunicación.
Gay-Ger ha defendido el valor clínico y económico de Mounjaro, apoyándose en los resultados de los ensayos SURPASS-CVOT, que demostraron la protección cardiovascular de tirzepatida, y SURMOUNT-5, que reflejó una clara preferencia de los pacientes en obesidad frente a otros tratamientos. Asimismo, esta misma semana hemos conocido que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha recomendado extender la indicación del medicamento a adolescentes y niños a partir de los 10 años, en combinación con dieta y actividad física. Algo muy positivo para el presidente de la compañía, ya que "los pacientes que son tratados desde más temprano obtienen mayores resultados a largo plazo".
El área cardiometabólica, con Mounjaro a la cabeza, es una de las dos grandes apuestas estratégicas de Lilly, junto con la neurología. En esta última, la compañía avanza a pasos agigantados con Kisunla (donanemab), su medicamento estrella para el tratamiento del alzhéimer en fases tempranas, cuya financiación comenzará a negociarse con Sanidad en 2026, según ha confirmado Gay-Ger.
Lilly ya ha recibido la aprobación de la Aemps, primer paso para solicitar la financiación pública del tratamiento, aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el pasado mes de julio y ya autorizado en mercados como Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y Australia.Según el directivo, Kisunla es el primer fármaco que “permite cambiar el curso de la enfermedad; consigue en 18 meses como máximo limpiar la placa beta amiloide”.
La oncología, con Verzenios (abemaciclib), indicado para el tratamiento de mujeres con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico, positivo para el receptor hormonal (HR); y la gastroenterología, con Omvoh, para el tratamiento de adultos con colitis ulcerosa, son las otras dos líneas estratégicas por las que la compañía apuesta de cara al futuro.
La filial española de Lilly, que prevé alcanzar una facturación de 640 millones de euros en 2025, mantiene una intensa actividad inversora en nuestro país, con una inversión de 175 millones de euros en su planta de Alcobendas, la creación de 75 nuevos empleos y un plan de 167 millones de euros en I+D preclínico hasta 2028, “prácticamente ejecutado”, tal y como ha confirmado Gay-Ger.
A nivel global, la compañía reinvierte el 25% de sus ventas en I+D, cuenta con 1.200 científicos y una cartera de 84 productos en desarrollo.