Por Sergio Díaz
23 de enero de 2025La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha iniciado una investigación sobre el fármaco Ozempic, utilizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, debido a preocupaciones sobre un posible aumento del riesgo de ceguera. Esta revisión se basa en los resultados de dos estudios recientes que sugieren una posible conexión entre el fármaco y el desarrollo de la neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA), una enfermedad ocular grave que puede causar daño al nervio óptico y, en algunos casos, llevar a la pérdida total de visión.
El Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA está analizando los datos provenientes de estos estudios, los cuales indican que los pacientes tratados con semaglutida, la sustancia activa de Ozempic, podrían tener un mayor riesgo de desarrollar NOIA. Los estudios, realizados en Dinamarca, mostraron que los pacientes con diabetes tipo 2 tratados con semaglutida tienen más de cuatro veces más probabilidades de sufrir esta afección, mientras que aquellos con obesidad podrían tener hasta siete veces más riesgo.
La NOIA es una afección relativamente rara, con solo 10 casos por cada 100.000 personas, aunque es la segunda causa de ceguera del nervio óptico, después del glaucoma.
Un análisis publicado en la revista Nature Medicine en Estados Unidos advierte sobre otros posibles efectos adversos de los fármacos GLP-1, entre ellos el Alzheimer y varios tipos de cáncer. Aunque estos hallazgos son preliminares y los expertos subrayan que se trata de estudios observacionales, la EMA está tomando medidas para evaluar más a fondo los riesgos y determinar si es necesario ajustar las indicaciones de estos tratamientos.
Ozempic ha ganado popularidad en los últimos meses, especialmente entre aquellos que buscan perder peso, debido a su capacidad para reducir el apetito y mejorar el control de la glucosa. Sin embargo, los profesionales de la salud han advertido sobre su uso no indicado, especialmente en personas sin diabetes o con sobrepeso sin obesidad. La EMA recalca que se debe tener precaución y que cualquier cambio en el tratamiento solo debe realizarse bajo supervisión médica.