Por Aurora Molina
8 de abril de 2024Tras el anuncio de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de investigar una posible responsabilidad sanitaria por los efectos adversos para la salud derivados del consumo del medicamento Nolotil, por una denuncia presentada por el Defensor del Paciente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en conversación con Medicina Responsable, ha asegurado que “tendría que haber una evidencia sólida para dejar de comercializar Nolotil, y esa evidencia por el momento no existe”.
El Nolotil (metamizol magnésico) pertenece al grupo de medicamentos denominado “Otros Analgésicos y antipiréticos” y se utiliza para tratar el dolor agudo moderado o intenso. Además de estos usos, también puede emplearse en postoperatorios, así como en los casos de fiebre alta que no respondan a otros medicamentos. “El Nolotil es un medicamento ampliamente conocido y utilizado desde hace un siglo. En España se empezó a comercializar en los años 50 y casi desde el principio se detectó que había un efecto adverso, la agranulocitosis”, explican desde la AEMPS. Este efecto “ocurría muy raramente y podía ser muy peligroso, por lo que está perfectamente documentado por los servicios de farmacovigilancia y aparece tanto en prospecto como en ficha técnica”.
La agranulocitosis, el primer motivo de alarma frente al Nolotil, ocurre cuando el cuerpo tiene un número muy bajo de granulocitos. Estos granulocitos tienen un importante papel en el sistema inmunológico, por lo que ayudan a combatir las infecciones. Por ello, cuando el organismo presenta un descenso de granulocitos está más expuesto a enfermar y contraer infecciones.
Sin embargo, y con el fin de calmar las aguas, desde la AEMPS insisten en que “ningún medicamento es inocuo” y que lo que “se evalúa es que el balance beneficio-riesgo de su consumo sea positivo”. A este respecto recuerdan que la agranulocitosis “no es una sorpresa ni algo desconocido” y que, en España, el Nolotil “necesita receta médica, necesita el diagnostico por parte de un profesional sanitario y, después, su seguimiento”.
Además, afirman que “el metamizol está ampliamente utilizado en muchos países del mundo. En la Unión Europea está autorizado en 19 de los 27 estados, por lo que nosotros no somos una rareza”.