Por Virginia Delgado
18 de junio de 2024Javier García Pajares subirá al escenario de los Premios Latidos 2024, el jueves 20 de junio, para recoger un galardón por su labor de concienciación y sensibilización.
A pesar de su sordoceguera, los cuatro o cinco escalones por los que ascenderá no le supondrán dificultad alguna porque este joven ha subido cimas mucho más altas. Y no es una metáfora. Javier ascendió siete “cuatro miles” alpinos en sólo seis días y hace unas semanas llegó a lo más alto del Kilimanjaro.
Su alma de deportista le ha impulsado a alcanzar estos retos, pero, sobre todo, a lanzar un mensaje desde allí arriba. "No a la manipulación, sí al empoderamiento". Así rezaba la pancarta que mostró sobre la montaña africana de 5.895 metros de altitud.
Y es que esto es por lo que lucha cada día; por conseguir empoderar a todas las personas con sordoceguera y que logren ser dueñas de sus propias decisiones.
Él lo ha conseguido. Empezó a perder audición a los 13 años y a los 15, la visión. En aquel momento, se puso el mundo por montera y ha logrado lo que se ha propuesto. Y no sólo hablamos de cimas. Javier García Pajares terminó Bachillerato con un excelente expediente, se graduó en Administración de Empresas y Derecho con matrícula de honor en su trabajo fin de grado y fue el primer Erasmus sordociego. En la actualidad, trabaja como técnico de relaciones institucionales en Ilunion.
El jurado de los Premios Latidos 2024, patrocinados por Uniteco, Quirón Salud, Abbvie, Sapio Life, Grupo Asisa, Neuron, Johnson & Johnson, Bayer e Iberext, con la colaboración de Sedisa, ha reconocido en García Pajares su ejemplo de superación, su defensa por los derechos de las personas con discapacidad y su labor para visibilizar y normalizar la sordoceguera, promoviendo una sociedad más inclusiva y accesible para todos. “Este premio es un paso adelante en mi labor de concienciar y sensibilizar para mostrar al mundo que cualquier persona, con independencia de sus características, puede hacer lo que quiera con su vida si su entorno es inclusivo”, ha declarado el galardonado a Medicina Responsable. “Cuando me comunicaron este reconocimiento pensé que todo lo que hago vale la pena, que hay entidades y personas que lo valoran, y eso me hace creer que la plena inclusión de todas las personas es posible”, ha añadido.
El jueves, cuando tenga el Premio Latido a la Concienciación y Sensibilización en sus manos, seguirá con su labor y con un nuevo reto en mente. “Quiero subir el Aconcagua”, ha comentado.