Por Santiago Melo
21 de mayo de 2025El impacto del turismo en la sanidad centró uno de los principales debates en Health Goals España, irganizado en Mallorca por Medicina Responsable en colaboración con Sandoz y Air Liquide, donde se abordaron los retos que afronta el sistema de salud balear ante la alta demanda asistencial en temporada turística. La coordinación intersectorial, la planificación ante picos de presión sanitaria y el auge del turismo sanitario fueron algunos de los puntos clave analizados por los expertos.
Moderada por la redactora jefe de Medicina Responsable, Nuria Cordón, la sesión contó con la participación de Cristina Granados, gerente del Hospital Universitario Son Espases; Víctor Ribot, director territorial de Quirónsalud; y Eloy Villalba, director gerente del SAMU 061 Balears.
Uno de los puntos destacados de este debate fue el Decreto ley 1/2024, de 22 de marzo, por el cual se regulan determinados aspectos de la actividad sanitaria urgente y emergente en las Islas Baleares, en este caso, centrado a la atención de ciudadanos europeos en centros sanitarios privados de Baleares y que reconoce al SAMU 061 como autoridad sanitaria para la coordinación de estas derivaciones.
Cristina Granados subrayó que esta medida ha sido clave para mejorar la gestión de la demanda, recordando que el 5% de las urgencias atendidas en el Hospital Universitario Son Espases proceden de turistas extranjeros. Villalba ha añadido que, gracias a este decreto, durante 2024 se derivaron 24.802 atenciones urgentes a centros sanitarios privados, lo que evitó la sobrecarga de los servicios de urgencias públicos. "Contar con los privados es una herramienta más. Esta colaboración debe ampliarse", defendió.
En respuesta a si cualquier centro privado puede sumarse a esta red, Villalba explicó que sí, siempre y cuando cumplan con los requisitos técnicos establecidos en el decreto. Este sistema permite al Servicio de Salud cubrir económicamente la asistencia urgente que no pueda ser cubierta por otro seguro, prestada en centros adheridos a la Red de Centros y Servicios Sanitarios de Apoyo a la Asistencia Sanitaria Urgente y Emergente de Baleares.
Durante el debate también se abordaron los retos estructurales del sistema de salud balear. Cristina Granados puso en valor el trabajo de la Consejería para ofrecer complementos económicos a los profesionales que ocupen las denominadas plazas de difícil cobertura. Aun así, reconoció que persiste una importante dificultad para captar especialistas, especialmente por el número de guardias requeridas y los problemas organizativos a nivel nacional. “El esfuerzo que hacen los profesionales es enorme”, ha añadido a este respecto.
Por su parte, Víctor Ribot coincidió en que el sector privado enfrenta las mismas limitaciones, a las que se suma la falta de vivienda y servicios básicos para los profesionales que llegan de fuera. “Traer un médico con familia implica que se pregunten dónde van a vivir, dónde estudiarán sus hijos. Se están haciendo grandes esfuerzos para ofrecer condiciones sostenibles”, ha asegurado.
En relación con el ajuste estacional de recursos, como el cierre temporal de camas durante el verano, Cristina Granados aclaró que, aunque también se aplican en Baleares, son mucho menos frecuentes que en otras regiones. “Los médicos también necesitan vacaciones. Pero intentamos que sea mínimo, por ejemplo, en el Hospital Son Espases, de las 1.000 camas disponibles, no se cierran ni 100”, explicó.
Con este modelo de colaboración entre públicos y privados, junto con una planificación adaptada a las particularidades del territorio, Baleares busca responder con eficacia al reto de garantizar una atención sanitaria de calidad en un contexto marcado por la fuerte presión turística.