“La nueva ministra no nos ha transmitido soluciones que aborden los problemas reales”

Tras apenas cuatro meses en el cargo, José Luis Bancalero apunta las líneas maestras del plan de la consejería de Sanidad en Aragón. Con una dilatada experiencia en el sector sanitario, Bancalero ejerció en primer lugar como enfermero, siendo más tarde médico especialista en bioquímica y desarrollando carrera en la investigación clínica. Conoce el sector sanitario desde los ámbitos tanto público como privado y ha estado presente en numerosos conflictos bélicos como Oficial de enfermería del Ministerio de Defensa. El consejero ha sido entrevistado por el presidente de Medicina Responsable, Ernesto Sáenz de Buruaga, en el marco del desayuno informativo “El primer café”, organizado por el medio en colaboración con Illunion del grupo social ONCE y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), y MSD y ABBVIE como patrocinadores.

José Luis Bancalero ha destacado su “vocación de servicio público” como el motor que le llevó a dar “el paso al frente para intentar que cambien las cosas” desde sus responsabilidades como consejero de Sanidad de Aragón. Estas representan, a su juicio, “no más de un 20-25% del trabajo de gestión del sistema sanitario”, recalcando que el resto es fruto del trabajo de los profesionales sanitarios.

Ante el objetivo remarcado en varias ocasiones por la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, de “recuperar el orgullo por nuestra sanidad pública, que se truncó con la década de recortes”, en clara alusión al gobierno del PP, Bancalero ha recordado que “no por tener mucho dinero se hacen mejor las cosas, la clave es hacer mejor las cosas gastando lo necesario. En materia sanitaria, el quid de la cuestión es la eficiencia presupuestaria”.

Propuestas para Aragón

Sobre la gestión sanitaria en su región, el consejero ha señalado como principales retos garantizar la equidad de acceso al sistema sanitario, mejorar las ofertas de empleo público en zonas rurales con una mayor flexibilidad y facilitar los requisitos para la apertura de centros de Atención Primaria. También ha mostrado su compromiso de trabajar para dejar las listas de espera en plazos “asumibles por la población”, así como poner en valor el trabajo de los enfermeros para permitir que puedan desarrollar “sin coacciones ciertas competencias profesionales para las que están capacitados siempre que no se den casos de intrusismo”. En este sentido, ha sacado pecho por el aumento del 2% adicional de su consejería, respecto al que marca el ministerio para este grupo profesional, en el complemento de carrera profesional.

“Colocar al paciente en el centro” es una de las claves que considera imprescindibles para ofrecer una medicina “más humanizada”, por lo que apuesta por inculcar esa cultura “desde los gerentes a los profesionales sanitarios” y tener en consideración la opinión del foro del paciente ante cualquier cambio asistencial. Por otro lado, incide en la importancia de escuchar a los propios profesionales y mantener una relación fluida con sindicatos y la industria farmacéutica a la hora de tomar medidas que palien los grandes problemas del sistema sanitario.

Planes del ministerio

En cuanto a la actual situación de la atención primaria, ha instado a la ministra de Sanidad a abordar los “problemas reales” del déficit de profesionales sanitarios, ya que asegura que aún se desconocen las propuestas concretas del ministerio para mejorar la salud y la vida de las personas. Por ello, considera conveniente la reunión monográfica sobre la falta de personal sanitario en AP dado que “no se está abordando el problema central”. Para Bancalero,  “la atención primaria no es la puerta de entrada al sistema sanitario, es el sistema sanitario en sí mismo”. También ha expresado sus dudas respecto al plan de salud bucodental del ministerio de Sanidad y advierte que corre el riesgo de quedar desatendido si no se dota correctamente: “ampliar la cartera de servicios nunca debería ser un problema, el problema es de financiación”.

Al consejero no le gusta hacer distinciones entre sanidad pública y privada, ya que prefiere hablar de “sanidad única”, por lo que ha afeado a la actual ministra lo que considera “mensajes sectarios contra la sanidad privada”, recalcando la importancia de los conciertos para evitar el colapso del sistema público.

Sobre la ley antitabaco, el consejero se ha mostrado favorable a “cualquier medida consensuada que vaya encaminada a reducir el tabaquismo” por los problemas de salud pública que genera y la carga asistencial que implica. Apuesta por el diálogo con todos los sectores a la hora de implementarlas y el respeto a la libertad individual. También concuerda con el objetivo ministerial de acortar los plazos de acceso a los fármacos, una propuesta que parte de las Comunidades Autónomas, y que como ejemplo está uno de los últimos fármacos contra la Hepatitis C, que se implantaron con casi dos años de retraso desde su aprobación.

En cuanto al desabastecimiento de determinados medicamentos, Bancalero ha hecho referencia a algunos factores como  “los retrasos burocráticos en la aprobación, la reducción de la producción, los problemas de suministro tecnológico y el mercadeo de la industria”.

 

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