Por Santiago Melo
2 de octubre de 2025Un equipo internacional de científicos ha logrado observar por primera vez en tejido cerebral humano las estructuras microscópicas que se consideran el detonante del párkinson. Se trata de unos agregados proteicos llamados oligómeros de alfa-sinucleína, cuya presencia ya se había asociado al desarrollo de la enfermedad, pero que hasta ahora no habían podido visualizarse directamente. El hallazgo, publicado en Nature Biomedical Engineering, representa un avance clave en la comprensión de esta patología.
Utilizando una nueva técnica de microscopía denominada ASA-PD (Advanced Sensing of Aggregates for Parkinson’s Disease), los investigadores analizaron muestras post mortem de pacientes con párkinson y las compararon con las de personas sin la enfermedad. Encontraron que los oligómeros eran más grandes, brillantes y numerosos en los cerebros afectados. Además, identificaron un tipo de agregados que solo aparece en los pacientes con la patología, lo que podría abrir la puerta a herramientas de detección temprana.
El párkinson afecta a unas 150.000 personas en España y a más de 8,5 millones en todo el mundo, según la OMS, que alerta de que su incidencia se ha duplicado en los últimos 25 años. A pesar de su creciente impacto, sigue sin existir una prueba definitiva para el diagnóstico precoz. En la actualidad, el proceso se basa en la observación clínica de síntomas motores, como el temblor, la rigidez y la lentitud en los movimientos, lo que retrasa el inicio de los tratamientos.
El neurólogo Michele Matarazzo, del Centro Integral de Neurociencias HM Cinac, considera que el hallazgo tiene un gran valor desde el punto de vista técnico. En declaraciones al Science Media Centre (SMC), ha señalado que esta técnica “puede abrir la puerta a comprender mejor cómo y cuándo se forman estos agregados y cuál es su papel en la enfermedad”.
El investigador Salvador Ventura, del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí (I3PT), ha destacado que ASA-PD permite detectar agregados con una sensibilidad sin precedentes. “Gracias a esta herramienta, los científicos pudieron observar y analizar millones de oligómeros en muestras de tejido cerebral humano, algo que hasta ahora era imposible”, explicó también al SMC.
Aunque se trata de un gran paso para la investigación, Salvador Ventura advierte de que aún existen limitaciones técnicas y regulatorias que dificultan trasladar este tipo de descubrimientos a herramientas clínicas de diagnóstico en pacientes vivos. Aun así, considera que esta técnica tiene el potencial de convertirse en una herramienta “crucial” para avanzar hacia un diagnóstico temprano y, en el futuro, hacia terapias que modifiquen el curso de la enfermedad.