Por Andrea Rivero
4 de noviembre de 2022A lo largo de 2022, a 280.100 personas en España se les diagnosticará un cáncer, según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica. El cáncer es una epidemia mundial cuya incidencia sigue aumentando año tras año y, por ello, investigadores de todo el mundo centran sus esfuerzos en buscar nuevas vías de tratamiento para estos tumores.
La ansiada vacuna contra el cáncer es una realidad que cada vez está más cerca. Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) han descubierto que inducir la senescencia en células del cáncer mejora la efectividad de la respuesta inmune, todo ello a través de una vacuna. La senescencia es un estado que alcanzan las células dañadas o envejecidas en el que ya no se reproducen, pero tampoco se mueren.
Desde hace años la comunidad científica ha estado investigando cómo incrementar la efectividad del sistema inmune frente al cáncer, exponiéndolos a células del tumor que ya estaban muertas. Ahora, el equipo del IRB de Barcelona ha descubierto que las células en estado de senescencia mejoran significativamente la efectividad de la respuesta inmune antitumoral.
La característica clave de estas células, comúnmente llamadas “células zombies”, es que, aunque ya no realicen sus funciones, emiten señales de información que advierten de su presencia, lo que favorecen la respuesta inflamatoria y la regeneración del tejido. A raíz de esto, los investigadores han descubierto que estas células, por una parte, estimulan de manera más prolongada al sistema inmune, ya que al estar vivas permanecen en el organismo más tiempo que las células muertas y, por otra, al ser células que no se dividen, no pueden regenerar el tumor.
“Nuestro estudio concluye que la inducción de senescencia en células tumorales mejora, por una parte, el reconocimiento de las células tumorales por parte del sistema inmune y, por la otra, aumenta la intensidad de la respuesta que generan, por lo que son resultados muy positivos”, indica la doctora Inés Marín, primera autora de la investigación.
Para llegar a esta conclusión, el equipo del IRB ha vacunado con células de cáncer senescentes a ratones sanos y a los que posteriormente han inducido tumores. Tras ello, han observado que un alto porcentaje de los animales no desarrollaron cáncer. También lo probaron en animales con tumores ya desarrollados, aunque los resultados fueron más moderados. Concretamente han ensayado en modelos de melanoma y de cáncer de páncreas.
De acuerdo con el doctor Manuel Serrano, jefe del laboratorio de Plasticidad Celular y Enfermedad del IRB Barcelona, “nuestros resultados indican que las células senescentes son una opción preferente a la hora de estimular el sistema inmune frente al cáncer, y abren la vía a considerar la vacunación con estas células como posible terapia”.
También han complementado el estudio con muestras de tumores de pacientes de cáncer y han corroborado que presentan una mayor capacidad de activar el sistema inmune. Tras esto, el equipo estudia ahora el efecto de sumar la vacunación con células senescentes y los tratamientos de inmunoterapia, para analizar la eficacia combinada de ambas terapias frente al cáncer.