Robótica, fusión de imágenes y crioterapia: los grandes (y nuevos) aliados del cáncer de próstata

Si algo tienen en común Robert de Niro, Nelson Mandela y Rod Stewart, además de su fama mundial, es que todos ellos han vivido en sus propias carnes el cáncer de próstata, al igual que Ben Stiller, Joe Biden y una larga lista de hombres a lo largo y ancho de todo el planeta. Esto no es de extrañar, pues el cáncer de próstata es el segundo más frecuente en varones y el quinto causante de mortalidad en el mundo. De hecho, según los datos de la American Cancer Society, se diagnostican al año 899.000 casos, localizándose 185.000 solo en Estados Unidos.

Se trata de un tumor maligno que se desarrolla en la glándula prostática, ubicada debajo de la vejiga, y que se debe al crecimiento anormal de células. Los primeros casos de dicha patología se documentaron en el siglo XIX, aunque con la llegada de la microscopía su investigación ha ido in crescendo hasta la actualidad, cuando ya se aplican terapias con Inteligencia Artificial y tratamientos de última generación.

En la actualidad, el cáncer de próstata está experimentando un peligroso incremento de los casos y los expertos ya advierten: si no se revierte la tendencia, en 2040 casi tres millones de hombres podrán sufrir esta enfermedad. Sin embargo, no todo es negativo: los nuevos tratamientos como la cirugía robótica, las ecografías en tiempo real o la crioterapia están abriendo caminos inexplorados hasta ahora para hacer frente a este cáncer. De hecho, los avances terapéuticos y el diagnóstico molecular han logrado triplicar en 15 años la supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado, que suponen el 10% de los casos diagnosticados; y hoy, 11 de junio, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata, es un buen momento para recordárselo a sus pacientes.

El cáncer de próstata, en datos

En España, este es el cáncer más común entre los hombres con unos 25.000 diagnósticos nuevos al año. Sin embargo, no el más mortal, pues cada año fallecen aproximadamente 6.000 varones, un 2% de las defunciones registradas en la población masculina.

Sus factores de riesgo son, sobre todo, la edad avanzada, pues en la adultez intermedia (a partir de los 45 años) es cuando empieza a crecer la próstata. Los antecedentes familiares también juegan un papel fundamental en su prevalencia, así como el origen étnico de los varones. De hecho, algunos estudios han demostrado que este cáncer ataca a más hombres negros, especialmente los de ascendencia africana occidental, aunque las razones de esto no están claras.  

La buena noticia es que, según las estadísticas, un 75% de los pacientes en España se curarán o, lo que es lo mismo, tres de cada cuatro. Además, el 80% de los pacientes que sufren un cáncer de próstata de baja agresividad y muy localizado sobreviven más de diez años sin que sea necesario aplicar ningún tratamiento; y hasta el 90% de los casos presentan un buen pronóstico. Sin embargo, una gran lacra persigue a esta patología: cada vez afecta a más individuos.

Tendencia creciente del cáncer de próstata

La incidencia del cáncer de próstata ha ido aumentando progresivamente a lo largo de los años. De hecho, las cifras actuales indican que, si continuamos con esta tendencia, el número de casos llegará a incrementarse hasta un 40% en 2040, lo que equivaldría a 2,8 millones, según un estudio publicado en The Lancet. Además, las muertes alcanzarán a casi 700.000 hombres en el mismo periodo de tiempo, sobre todo de países con ingresos bajos y medios.

Entre algunos factores que explican este incremento, está el aumento de la población y su envejecimiento. De hecho, España es uno de los países que más rápido se ha hecho mayor durante los últimos años: como afirman los datos del Instituto Nacional de Estadística, el envejecimiento ha alcanzado un récord histórico y ya se contabilizan 137 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

La ciencia y los nuevos tratamientos

Contra la revolución del envejecimiento y el consecuente aumento de casos de cáncer de próstata, la ciencia parece tener la solución: cirugía robótica, fusión de imágenes y ecografías en tiempo real y otros muchos métodos para tratar esta patología.

“La resonancia magnética multiparamétrica, previa a la biopsia, mejora la precisión y reduce procedimientos innecesarios”, afirma el doctor Martínez-Salamanca, jefe del Servicio de Urología del Hospital Ruber Internacional. “Y la biopsia ha evolucionado mucho: ahora utilizamos fusión de imágenes entre resonancia y ecografía en tiempo real con vía transperineal, más segura y con menos infecciones”, explica.

Además, la inteligencia artificial empieza a tener un papel clave en la interpretación de imágenes, identificación de lesiones y estimación del riesgo, haciendo posible una medicina personalizada. “La cirugía robótica es otro hito: mayor precisión, menor sangrado, mejor recuperación y mayor preservación de funciones”, reconoce el doctor. Allona, jefe asociado del equipo de Urología del Hospital Ruber Internacional. “Y también se desarrollan terapias focales como HIFU, crioterapia o IRE, y tratamientos hormonales de nueva generación, inmunoterapia y terapias dirigidas, en función del perfil genómico del paciente. Para casos de bajo riesgo, se propone vigilancia activa, siempre con seguimiento riguroso”, añade.

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