
Por Clara Arrabal
20 de noviembre de 2025El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los más frecuentes en España y su incidencia cada vez es mayor. Este año 2025 se prevé que acabe con 10.338 diagnósticos nuevos, que equivale a 19 casos por cada 100.000 habitantes, lo que hace que se convierta en el quinto más frecuente y el cuarto más mortal, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Oncología Médica.
Pero no es su incidencia lo que preocupa a los expertos, sino su gran tasa de mortalidad: los fallecimientos provocados por esta patología se han incrementado un 83,6% durante las dos últimas décadas debido, entre otros factores, a las altas tasas de recaída, el tardío diagnóstico y la falta de terapias, que hasta hace un par de años seguían siendo las mismas que en el siglo pasado.
Sin embargo, actualmente España cuenta con varias líneas de investigación para hacer frente al impacto de este cáncer, y sus recientes avances hacen que “sea el momento menos amargo” de la historia de la patología, como ha asegurado el director del Grupo de Carcinogénesis Epitelial del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y presidente de la Alianza de Investigación en Cáncer de Páncreas en España (ALIPANC), Francisco X. Real. Además, los ensayos clínicos que se encuentran en fase 3 harán que, en muy poco tiempo, la quimioterapia pase a un segundo plano y aparezcan nuevas terapias menos invasivas para los pacientes.
Uno de los datos que más preocupa a los expertos es el incremento de los casos entre la población joven. A pesar de que la edad media de diagnóstico es de 72 años, “es cierto que en los últimos años hemos visto un aumento en pacientes menores de 50 años, que es una población donde no esperaríamos ese tumor”, explica a EFE la coordinadora del grupo de trabajo biliopancreático del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD), Teresa Macarulla. Por ello, actualmente se están desarrollando proyectos de investigación específicos para conocer por qué los tóxicos, cualesquiera que sean, dañan el sistema de las células a edades tempranas.
El otro gran problema es que, “incluso tumores que son muy pequeños tienen mucha tendencia a que las células vayan al torrente sanguíneo y representen un riesgo de metástasis muy alto”, explica la experta. Por ello, al realizar un seguimiento de los pacientes más propensos y buscar el diagnóstico precoz, podría aminorarse el mal pronóstico. En este sentido, Francisco X. Real ha reconocido que el progreso es "lento pero seguro" y que existen desafíos importantes a nivel terapéutico. "En cáncer de páncreas, la biopsia líquida es más compleja y menos efectiva que en otros cánceres, sin que sepamos por qué. El reto previo, desde luego, es identificar a la población con riesgo alto, para intervenir con diagnóstico temprano o incluso con un tratamiento quimio-preventivo", ha agregado.
Ante estos desafíos, diferentes centros de investigación nacionales ya están trabajando con los primeros fármacos que se dirigen específicamente contra el oncogén implicado en el cáncer de páncreas, que es el denominado KRAS. “Es el primer avance en casi 40 años en lo que se refiere al tratamiento, y va a cambiar las perspectivas terapéuticas de los pacientes. No estoy hablando de curación, pero por fin vamos a tener fármacos más específicos que la quimioterapia. Así que podemos decir que es el momento menos amargo de la historia del cáncer de páncreas", ha afirmado Real.
Y es que, hasta el momento, el único “arsenal terapéutico” con el que cuentan los profesionales para abordar estos tumores era la quimioterapia. “A día de hoy seguimos dependiendo de ella, o buen antes de la cirugía, o bien como complemento de la cirugía. También para tratar un paciente que tenga ya metástasis y que no se pueda operar. Es la única arma que tenemos”, subraya Teresa Macarulla. Por ello, destaca las nuevas terapias como los inhibidores del gen KRAS como una vía esperanzadora para los pacientes. “Este gen está alterado en el 90% de los pacientes y, con nuestros fármacos, podemos bloquear el crecimiento del tumor de una forma completamente distinta a la quimioterapia. Hasta ahora no habíamos conseguido diseñarlos para este gen, pero a día de hoy ya son una realidad y están en ensayos clínicos”, añade.
Estas nuevas propuestas, como las que relata la experta, “aún están en fase de experimentación”, por lo que antes de que puedan llegar a todos los pacientes, hace falta completar los ensayos clínicos. "También deben aprobarlos las agencias reguladoras estadounidense y europea, y las administraciones nacionales. Pero nunca hemos tenido fármacos tan buenos, así que es una situación de esperanza", ha incidido.
En la misma línea que Macarulla, X. Real ha subrayado que la Inteligencia Artificial (IA) va a "revolucionar" tanto el diseño de los nuevos tratamientos como la forma en realizar experimentos; y que la quimioprevención podría ser una vía para evitar la aparición de estos tipos de tumores a través de fármacos con poca toxicidad. “Si avanzamos en el tratamiento en torno a la cirugía, el impacto será importante, estoy seguro. No lo veremos mañana, pero sí de aquí a diez años", ha concluido.