La protonterapia demuestra beneficios en pacientes con cáncer de cabeza y cuello

Gracias a los avances de la ciencia y de la medicina, la supervivencia en personas enfermas de cáncer es cada vez mayor. Técnicas como la terapia de protones o protonterapia se abren paso entre los tratamientos más eficaces para destruir a las células cancerosas. Una terapia que, en la actualidad, está indicada principalmente para tumores en población pediátrica, aunque en los últimos años se ha dirigido a tumores próximos o en la base del cráneo, tumores en médula espinal o columna, tumores oculares, etc.

Ahora, según los datos preliminares de un ensayo en fase III dirigido por investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, la terapia de protones de intensidad modulada (IMPT, por sus siglas en inglés) ha logrado buenos resultados en pacientes con cáncer de orofaringe (cabeza y cuello).

Los resultados fueron presentados durante la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) por el doctor Steven Frank, profesor de Oncología Radioterápica y director ejecutivo del Instituto de Terapia de Partículas del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas. "Los resultados de este ensayo aleatorizado multicéntrico de fase III proporcionan evidencia de la protonterapia como un nuevo enfoque de tratamiento estándar para tumores de cabeza y cuello", explica el doctor Frank. "Esto es importante para los pacientes, ya que la protonterapia representa una opción curativa y desintensificada en comparación con la radioterapia tradicional con radioterapia".

La terapia de protones se caracteriza por ofrecer ciertas ventajas frente a la radioterapia convencional. Utiliza haces de protones acelerados a alta energía que se dirigen con precisión milimétrica hacia el tumor, donde depositan la mayor parte de su energía. Esta liberación concentrada permite minimizar la dosis a los tejidos circundantes, además de reducir el riesgo de desarrollo de tumores secundarios. Este ensayo en cuestión supone el más grande hasta el momento para investigar la protonterapia en comparación con la radioterapia tradicional.

El ensayo

Con un seguimiento de tres años, la tasa de supervivencia libre de progresión fue del 83% utilizando terapia de protones. El 24% de los pacientes tratados mantuvieron su nutrición con menos del 5% de pérdida de peso durante el tratamiento en comparación con el 14% de aquellos que fueron tratados con radioterapia convencional. "Históricamente, este tipo de ensayos a gran escala para confirmar los beneficios de la terapia de protones han sido un desafío, debido en parte a que relativamente pocos pacientes tienen acceso a los centros de terapia de protones", señala el doctor Frank. “Resultados alentadores como estos demuestran los beneficios de la terapia de protones y, con suerte, ayudarán a allanar el camino para un mayor acceso para los pacientes con cáncer que lo necesitan”.

 

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