Por Miguel Ángel Bufalá, médico internista
27 de mayo de 2024Del 25 al 31 de mayo se establece la “Semana Europea contra el cáncer”, y es tal la importancia de esta patología, actualmente en crecimiento continuo (más de 18 millones de personas serán diagnosticados de cáncer y cerca de 300.000 en España durante 2024) que deberíamos insistir, al menos durante esta semana, en divulgar los principales puntos a tener en cuenta y tres factores de riesgo no modificables como son la edad, el sexo y la genética familiar.
A nivel practico también es importante hacer hincapié en los siete factores de riesgo, modificables, para concienciar a la población y al mundo sanitario.
Es irrefutable su intensa relación con el cáncer en general, y de forma específica con los localizados en el pulmón y en la vejiga urinaria. En 2024 habrá un claro descenso de ambos, especialmente en varones, al disminuir el hábito tabáquico. Sin embargo, se producirá un claro aumento en el cáncer de pulmón en mujeres, con una tasa de incidencia en 2024 que casi triplica la de 2003, coincidiendo con el aumento de fumadoras.
Además, el tabaquismo es un agente causal fundamental en multitud de otros cánceres, como los de cabeza y cuello, vejiga, riñón, esófago, páncreas, estómago y colon y recto.
La obesidad se posiciona como segundo factor de riesgo evitable responsable de mas cánceres en EE.UU. La obesidad se asocia con al menos nueve tipos de cáncer como el de mama, endometrio, colon, renal, vesícula biliar y páncreas, entre otros. Aunque en España las cifras de obesidad aún se alejan de las de EE.UU., cabe destacar que en España en 2022 la obesidad afectaba al 13,7% de la población adulta y el sobrepeso al 33,6%. Es especialmente preocupante el incremento de la obesidad infantil, con cifras de sobrepeso y obesidad infantil cercanas al 30%.
Según datos del INE, el consumo de frutas y verduras se ha reducido desde 2017 en nuestro país, aumentando los alimentos procesados.
Se incrementa el riesgo de cáncer incluso con consumos bajos de alcohol. Existe una enorme sinergia con el tabaco.
Existen al menos 10 agentes infecciosos clasificados como carcinógenos. El 4,3% de los cánceres diagnosticados en Estados Unidos pueden ser atribuidos a infecciones, siendo el virus del papiloma humano el responsable de más tumores, seguido del Helicobacter Pylori, virus de la hepatitis C y virus Epstein-Barr.
Parece innecesario insistir en los riesgos de las radiaciones de rayos ultravioleta por facilitar mutaciones, etc. Por ello es muy recomendable la protección solar.
Existe en la actualidad suficiente evidencia del valor del ejercicio físico en todas las etapas del cáncer, desde la prevención, al tratamiento y la supervivencia. Se estima que el ejercicio físico podría reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer. Especialmente a nivel de mama y colo-rectal y en menor proporción el resto. Incluso durante los tratamientos activos como la quimioterapia, ya que se asocia con una mejor tolerancia.
En general, parece suficiente hacer ejercicio 150 minutos semana (caminar) o 75 de alta intensidad, con al menos dos días de fuerza. El ejercicio es bueno, bonito y barato.
Este decálogo de conocimientos y recomendaciones deberían estar presente a diario y muy especialmente en esta semana.