Pescado en mal estado en restaurantes de Madrid: ¿qué ocurre si se consume?

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil informó hace unos días de la detección de un hombre, y la investigación de otras siete personas, que presuntamente se dedicaban a adquirir y distribuir pescado no apto para el consumo humano a restaurantes de Madrid, Leganés, Humanes y Fuenlabrada. Su modus operandi se basaba en coger cajas con el género que habían sido desechadas, les quitaban el etiquetado y, posteriormente, limpiaban el pescado sin ningún tipo de medida higiénica. Tras esto, lo vendían a los diferentes restaurantes, haciéndose pasar por un distribuidor, a un precio inferior al del mercado, ya que supuestamente la fecha de caducidad era próxima.

Debido a estos acontecimientos han saltado las alarmas al Área de Calidad Alimentaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, quienes siguen investigando lo sucedido, aunque aún se desconoce si hay algún consumidor afectado.

Cómo puede afectar al organismo

Según el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla, existen muchos tipos de intoxicaciones en función del pescado que se consuma. “Existen diferentes tipos de intoxicaciones producidas por el consumo de este producto, entre ellas encontramos las producidas por el pescado fresco y moluscos en estuarios, o cuando contienen un gusano denominado Diphyllobothrium latum, cuya infección provoca difilobotriasis, la infección por las tenías, aunque esta última no es habitual en España. También encontramos las producidas por moluscos mal cocidos, ya que contienen un virus llamado enterovirus asociado a diversas enfermedades en humanos, y las intoxicaciones producidas por histaminas, muy frecuente en España y típica del consumo de pescados azules. Finalmente, las intoxicaciones pueden originarse por las toxinas que tienen los pescados como por ejemplo el pez globo, cuya ingesta puede llegar a ser mortal”.

Entre los síntomas que produce la intoxicación por pescado en mal estado se encuentran las náuseas, vómitos, dolor abdominal, retortijones, debilidad muscular y diarrea. Cuando se produce una intoxicación de estas características, según el doctor Gargantilla, debemos observar la sintomatología. “En función de los síntomas que tengamos deberemos de actuar de diferentes maneras. En primer lugar, deberemos reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos para prevenir la deshidratación o tratar la deshidratación leve. En caso de que no mejoren los síntomas, o incluso empeoren, debido a que no haya tolerancia oral, es decir, que todo lo vomitamos, o expulsamos sangre, hay que acudir a urgencias”.

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