Ojo seco, una patología incómoda con una sencilla solución: láser IPL

¿Sensación de tener algo dentro del ojo? ¿Lagrimeo? ¿Visión borrosa? ¿Pesadez en los párpados? Estos son los síntomas más habituales del ojo seco, una afección cada vez más habitual debido al uso de ordenadores y lentillas y a nuestro estilo de vida actual, donde pasamos mucho tiempo en interiores, en ambientes secos y con aire acondicionado o calefacción. Por suerte, esta patología tiene varias opciones de tratamiento, desde el uso de lágrimas artificiales hasta el tratamiento láser mediante luz pulsada, también conocido como láser IPL. 

Los oftalmólogos se encuentran con esta patología ocular con frecuencia en sus consultas, una enfermedad incómoda que, sin el adecuado tratamiento, puede causar problemas graves. Tal y como explica el doctor Nabil Ragaei, especialista en oftalmología y coordinador de la Unidad Integral de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Toledo, “guarda relación con lo que llamamos blefaritis, una inflamación crónica de las glándulas del borde del párpado, de donde sale una secreción grasa que irrita el ojo y desestabiliza la capa lagrimal. Esas glándulas normalmente producen una grasa fina que protege la película lagrimal y mantienen el ojo húmedo pero, cuando no funcionan bien, como es en el caso de la blefaritis, el tipo de grasa que segregan se vuelve nociva para el ojo y a la vez desestabiliza esa capa lagrimal”.

Tratamiento láser IPL

Una vez diagnosticado el ojo seco, es importante analizar la situación del paciente para determinar cuál es el tratamiento más adecuado. En términos generales, el tratamiento más eficaz es el láser IPL, “un tratamiento sencillo que se realiza en consulta, normalmente a lo largo de tres sesiones de dos minutos cada sesión”, indica el oftalmólogo. Se trata de “una onda de calor calculada que se propaga a través de los tejidos que encuentra bajo la piel hasta llegar al párpado, estimulando las glándulas y provocando un cambio de secreción. Así producen menos grasa nociva y mejora la capa lagrimal”.

Los beneficios de este tratamiento son diversos, la película del ojo sufre una menor evaporación precoz y la película lagrimal se mantiene en mejor estado. Además, la aplicación es muy sencilla, “un minuto por ojo prácticamente. El ojo está cubierto y protegido en todo momento por lo que no presenta ningún riesgo ni efecto secundario para el paciente”, destaca. La recuperación tras esta intervención también es rápida y sencilla ya que el paciente “no requiere de ninguna indicación especial tras el tratamiento con IPL, salvo el uso de cremas protectoras de factor 50 durante los primeros cuatro o cinco días”. 

¿Podemos prevenirla?

Aunque esta patología está fuertemente relacionada con el estilo de vida actual, hay casos en los que no se puede evitar, ya que existen factores desencadenantes como la edad o un desequilibrio hormonal que no se pueden modificar. Sin embargo, tal y como expone el doctor Ragaei, “sí que podemos realizar algunas acciones de prevención que pueden contribuir a aliviar los síntomas, como evitar el uso prolongado de pantallas, no abusar de las lentillas, intentar no permanecer todo el día en ambientes secos, emplear humidificadores o proteger los ojos con gafas de sol”. 

 

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