Por Julia Porras
10 de mayo de 2022Cuando oímos lupus, se nos viene a la cabeza un doctor que se hizo muy famoso gracias a una serie de televisión. El doctor llevaba bastón y tenía mala leche y a casi todos sus pacientes acababa diagnosticándoles lupus.
En España 210 personas de cada 100.000 sufren esta enfermedad crónica y autoinmune y en el 90% de los casos los pacientes son mujeres entre 15 y 55 años. El lupus eritematoso sistémico (LES), es una enfermedad por la que el sistema autoinmune se ataca a sí mismo, lo que provoca un exceso de anticuerpos en la sangre que provoca inflamación, daño en las articulaciones, los músculos, algunos órganos y problemas en la piel, su síntoma más conocido. Tiene tratamiento, pero en caso de no ser tratada, puede llegar a ser mortal.
Existen varios tipos de lupus. El más común es el LES, pero también existe el cutáneo, que aparece normalmente como una erupción en forma de mariposa sobre las mejillas y la nariz. Por último, destacan el lupus provocado por el uso de medicamentos, y el neonatal, un caso raro de esta afectación que se da en fetos y lactantes.
Síntomas del lupus
Los síntomas del lupus son tantos y tan variados que se pueden confundir con otras enfermedades.
Se ha podido observar que los órganos más afectados suelen ser la piel, las articulaciones y los riñones, siendo los síntomas más comunes la anemia, dolor de cabeza, dolor de pecho al inspirar de forma profunda, dolor o inflamación de las articulaciones, erupción cutánea sobre las mejillas y nariz, fatiga extrema, fiebre, hinchazón de pies manos y ojos, mala circulación, pérdida de cabello, problemas de coagulación de la sangre, problemas de riñón, fotosensibilidad y úlceras en boca y nariz.
Precisamente por esta heterogeneidad de síntomas es tan difícil diagnosticar la enfermedad. Sin embargo, identificar el LES en un estado inicial es fundamental para manejar bien la patología y tratarla con eficacia.
Cuidados para pacientes con lupus
Los pacientes con LES deben alimentarse bien y llevar una dieta variada y equilibrada, cuidando el consumo de sal en caso de hipertensión arterial y nefritis. Seguir la dieta mediterránea sería lo ideal. En cuanto a los consejos para cuidar la piel, los pacientes con lupus deben tener más cuidado con este órgano y cuidarlo sobre todo del sol. Así, deben evitar exposiciones al sol prolongadas sin protección, de hecho deben aplicarse crema solar cada dos horas para evitar problemas. En invierno con la bajada de temperaturas es necesario que los pacientes usen guantes y calcetines gruesos. La clave está en evitar los cambios bruscos de temperatura para prevenir brotes graves.
El descanso también es fundamental, ya que la fatiga crónica es uno de los síntomas más graves que suelen sufrir. Dormir las horas recomendadas para su edad, entre 7 y 9 horas, es clave.
Por supuesto el tabaco empeora los síntomas del LES, porque las personas con esta enfermedad son más proclives a tener infecciones respiratorias, y el tabaco puede afectar muy negativamente y provocarles el desarrollo de bronquitis y neumonías.
Por otro lado, los enfermos de lupus deben hacer ejercicio físico de forma rutinaria ya que la actividad física mejora el estado general, físico y mental, y protege el sistema cardiovascular y óseo, que suelen estar entre los síntomas del LES.
Tratamiento para el lupus
No hay una cura específica para esta enfermedad, sin embargo, existen varios tratamientos eficaces que dan a los pacientes una calidad de vida significativa y una esperanza de vida absolutamente normal. Así, se aplican generalmente medicamentos antiinflamatorios no esteroides, antipalúdicos, corticosteroides, inmunosupresores y biológicos.
Aunque hasta la fecha se desconocían las causas de esta enfermedad, el pasado mes de abril se abrió una puerta a la esperanza gracias a un equipo de investigadores capitaneados por una médico española, Carola García Vinuesa, que descubrieron gracias a la secuenciación del genoma de una niña que había padecido lupus a edad muy temprana, un gen que detecta el ARN viral como causa del lupus.
Este descubrimiento abre el camino hacia la consecución de tratamientos más específicos y eficaces contra esta enfermedad.