Por Medicina Responsable
7 de enero de 2025El exceso de azúcar en determinadas bebidas como refrescos y zumos azucarados tiene un importante impacto sobre la salud y los niveles de glucosa del organismo, como demuestra la creciente evidencia científica. En esta línea, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Ciencias y Políticas de Nutrición Gerald J. y Dorothy R. Friedman de la Universidad de Tufts (EE. UU.), publicado en Nature Medicine, estima que cada año se producen 2,2 millones de nuevos casos de diabetes tipo 2 y 1,2 millones de nuevos casos de enfermedades cardiovasculares a nivel mundial debido al consumo de estas bebidas.
El estudio apunta que, en los países en desarrollo, el número de casos es particularmente alarmante. En el África subsahariana, la investigación concluye que las bebidas azucaradas contribuyeron a más del 21% de todos los nuevos casos de diabetes, mientras que en América Latina y el Caribe, la cifra subió hasta el 24% en el caso de la diabetes y por encima del 11% en los nuevos casos de enfermedades cardiovasculares. Especialmente llamativas son las cifras que presentan países como Colombia, México y Sudáfrica. En el caso del país sudamericano, casi la mitad (48%) de los nuevos casos de diabetes se atribuyeron al consumo de bebidas azucaradas; en México, fueron casi un tercio; mientras que en Sudáfrica, la cifra se situó en el 27,6%.
Las bebidas azucaradas se digieren rápidamente, lo que provoca un aumento repentino de los niveles de azúcar en sangre y poco valor nutricional. Su consumo regular a lo largo del tiempo provoca aumento de peso, resistencia a la insulina y una serie de problemas metabólicos relacionados con la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, dos de las principales causas de muerte en el mundo. "Las bebidas azucaradas se comercializan y venden intensamente en países de ingresos bajos y medios. Estas comunidades no solo consumen productos nocivos, sino que además suelen estar menos preparadas para afrontar las consecuencias a largo plazo para la salud", afirma Dariush Mozaffarian, autor principal del artículo y director del Food is Medicine Institute de la Escuela Friedman .
Según los autores, a medida que los países se desarrollan y aumentan los ingresos, las bebidas azucaradas se vuelven más accesibles y deseables. Los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de sufrir las consecuencias del consumo de bebidas azucaradas, al igual que los adultos más jóvenes en comparación con sus contrapartes de mayor edad, afirman los investigadores.
"Necesitamos intervenciones urgentes y basadas en evidencia para frenar el consumo de bebidas azucaradas a nivel mundial, antes de que sus efectos sobre la diabetes y las enfermedades cardíacas acorten aún más vidas", advierte Laura Lara-Castor, NG24, primera autora del artículo, quien obtuvo su doctorado en la Escuela Friedman y ahora trabaja en la Universidad de Washington (Estados Unidos).
Los autores del estudio piden que se adopte una estrategia multifacética, que incluya campañas de salud pública, la regulación de la publicidad de bebidas azucaradas y la imposición de impuestos a las bebidas azucaradas. Algunos países ya han tomado medidas en esta dirección. México, que tiene una de las tasas de consumo per cápita de bebidas azucaradas más altas del mundo, introdujo un impuesto a estas bebidas en 2014. Los primeros datos indican que el impuesto ha sido eficaz para reducir el consumo, en particular entre las personas de bajos ingresos.
"Es necesario hacer mucho más, especialmente en países de América Latina y África donde el consumo es alto y las consecuencias para la salud son graves", destaca Mozaffarian. "Como especie, debemos abordar el consumo de bebidas azucaradas".