Por Juan García
5 de septiembre de 2024Hay determinadas enfermedades, como el Covid persistente o el lupus eritematoso sistémico, que la ciencia ha demostrado que tienen una incidencia y forma de afectar distinta entre hombres y mujeres. Sin embargo, lo que la evidencia científica no había conseguido averiguar es el papel de las hormonas sexuales en esta disparidad. Hasta ahora.
Un equipo de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia y del Imperial College de Londres han encontrado por primera vez qué aspectos de nuestro sistema inmunológico están regulados por estas sustancias químicas y el impacto que tienen sobre la aparición y progresión de enfermedades.
Esta investigación se ha centrado en desentrañar cómo las sutiles diferencias entre los sistemas inmunológicos de hombres y mujeres explican la diferente respuesta que generan frente a determinadas enfermedades. Para ello, han llevado a cabo un estudio clínico con 23 hombres transgénero que recibieron terapia hormonal para determinar qué elementos del sistema inmunológico están regulados dinámicamente por las hormonas sexuales y cuáles son los elementos asignados por nuestra genética.
“Por primera vez, hemos podido identificar qué partes del sistema inmunitario de una persona están reguladas directamente por las hormonas sexuales en lugar de por las diferencias genéticas de sexo”, explica el profesor del Imperial College de Londres, Petter Brodin.
Los hallazgos revelan cómo el aumento de testosterona y la reducción de los niveles de estrógeno alteran el equilibrio entre dos sistemas de señalización inmune que tienen implicaciones directas en la forma en que el sistema inmune responde a las infecciones y enfermedades.
Con estos hallazgos, los investigadores confían que estas explicaciones sobre los mecanismos que sustentan las diferencias en el riesgo de infecciones y enfermedades entre hombres y mujeres podrían abrir nuevas vías para tratamientos potenciales más específicos.
Para llegar a estas conclusiones, el ensayo se basa en 23 hombres transgénero que habían sido registrados como mujeres al nacer y que estaban recibiendo tratamiento con testosterona. El equipo recolectó muestras de sangre de los pacientes antes y después del tratamiento hormonal para analizar las diferencias en las células inmunes y las proteínas en la sangre.
El análisis reveló varios elementos clave del sistema inmunitario que cambiaron después del tratamiento, incluidas las vías de respuesta inflamatoria a infecciones y enfermedades. Entre ellas, se encontraban las sustancias TNF-α y el IFN-1, que desempeñan funciones fundamentales en la inflamación, el reconocimiento de invasores microbianos y la modulación de las respuestas inmunitarias a daños, enfermedades y amenazas.
Para comprobar si los cambios observados se debían directamente al aumento de testosterona o indirectamente a la reducción de estrógeno, el equipo analizó sangre de 11 donantes femeninas.
El equipo de autores subraya que estos resultados son relevantes también para comprender las consecuencias inmunológicas directas de la terapia hormonal en las personas trans. Como conclusión, señalan que estos cambios en los elementos reguladores del sistema inmunológico les han permitido dilucidar por qué hombres y mujeres responden de manera distinta a las infecciones.