Por Andrea Martín
4 de marzo de 2025El papa Francisco, hospitalizado desde el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral, ha sufrido este lunes dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda. Éstos fueron causados por una acumulación significativa de moco en los bronquios, lo que derivó en broncoespasmos y la necesidad de realizar dos broncoscopias para aspirar las secreciones.
Según el informe difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tras estos procedimientos se reanudó la ventilación mecánica no invasiva. A pesar de la gravedad del episodio, el Santo Padre permaneció en todo momento alerta, orientado y cooperativo.
Los últimos análisis de sangre han mostrado valores estables, sin signos de leucocitosis, lo que indica la ausencia de una nueva infección. Los especialistas explican que la acumulación de moco es una consecuencia de la neumonía, y las crisis respiratorias son una reacción de los bronquios al intentar expulsar las secreciones acumuladas.
El cuadro clínico del Papa sigue siendo complejo, con una evolución que requiere constante monitoreo, dado que persisten factores de riesgo que pueden generar nuevas crisis. El pronóstico continúa siendo reservado.