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Día Mundial Cáncer de Colon

“Estoy aquí gracias al equipo médico que ha tratado mi cáncer de colon”

Lidia es una de las 44.000 personas diagnosticadas con cáncer de colon en nuestro país cada año; el tumor con mayor incidencia en España con un 15%

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“Estoy aquí gracias al equipo médico que ha tratado mi cáncer de colon”

Por Gema Puerto

31 de marzo de 2023

Deberían ponerle un monumento por su fortaleza, valentía y positividad a la hora de enfrentarse al cáncer. No sólo a Lidia, sino a los millones de personas que sufren algún tipo de cáncer en el mundo. Desde que le diagnosticaran cáncer colorrectal en julio en 2017, a Lidia esta enfermedad la ha acechado sin descanso en tres ocasiones distintas. La primera, cuando le extirparon el cáncer de colon y metástasis en el hígado. La segunda, al año y medio, con un segundo tumor colorrectal a diez centímetros de dónde tuvo el primero y acompañado de tres nódulos en el pulmón y, actualmente, con nuevos nódulos de pulmón que aparecen y desaparecen.

Su vida con cáncer empezó en octubre de 2016 cuándo, tras descubrir parásitos intestinales y sangre en sus heces, fue al médico de cabecera. Sin embargo, a pesar de la gravedad de los hechos, la colonoscopia (el procedimiento que usa para observar el interior del colon y del recto) no se la mandaron hasta junio. Un gran fallo, ya que como ella explica, “le hubiera ayudado a descubrir antes su enfermedad y quién sabe si curarla”.

Su aseguradora le dio la espalda

Lidia fue auxiliar de enfermería en el Ayuntamiento de Madrid pero, tras su diagnóstico y pasar por un tribunal médico, le dieron la Incapacidad Permanente. No tiene antecedentes de cáncer de colon en su familia, aunque sí es cierto que su madre sufrió cáncer de mama y su padre de pulmón que fue el causante de su muerte.

Mientras nos habla por teléfono, la voz se le entrecorta por la emoción, sobre todo cuando se refiere a la primera etapa de su enfermedad, cuando la póliza privada que la atendía entonces no le pagó los 1.400 euros que costaba una parte del tratamiento. “En el ciclo nueve tuve un problema con la sociedad, debido a que la bolsa anual de oncología de 12.000 se acabó y me dijeron que esa parte la tenía que abonar yo. Así que tuve que pagar 1.400 euros de mi bolsillo”.

Tras abonar lo que faltaba para su intervención, una doctora le puso en contacto con la doctora Ferreiro, en el Hospital Ramón y Cajal. “Bendigo el día que en que me trasladé a este centro hospitalario, hay pólizas amplias como la de los colegios de abogados, o arquitectos, que cubren todo, pero ese no fue mi caso y me encontré en desamparo. No tendré suficiente vida para darles las gracias a la doctora que me derivó y a la doctora Ferreiro que me acogió en el Ramón y Cajal”. 

Tirar para adelante

Mientras transcurre la entrevista telefónica, Lidia se atraganta y se emociona por lo vivido. “Siempre he sido positiva porque evidentemente tienes que tirar para adelante. De nada sirve preguntarse por qué me ha tocado a mí, qué me ha pasado, ni porqué me ha tocado esto. Esto te toca y te toca y hay que seguir. Lo tuve muy claro desde el minuto uno, yo les dije a mi familia que la idea era que el cáncer nos cambiara la vida lo menos posible pero lo cierto es que la vida te la cambia”.

Actualmente Lidia está en tratamiento. “En el Hospital Ramón y Cajal me llaman rarita porque no sigo los protocolos característicos del cáncer de colon. Después de extirparme los nódulos de pulmón me dieron quimio y vieron que no había células malignas, pero éstas volvieron a aparecer y desaparecer. Ahora mismo tengo tratamiento de quimio con un anticuerpo monoclonal y en pastillas. El tumor se ha reducido mucho, pero tengo nódulos en pulmón por segunda vez”.

El mayor orgullo de Lidia es su hijo de 27 años, “un campeón y uno de los motores que mueven mi vida”. El otro motor, "su escudero", como ella dice, es "su compañero de vida, su marido", que le ha acompañado día y noche desde que le diagnosticaron su enfermedad hace seis años, y "siempre está ahí en las risas y las lágrimas".

Respecto al Hospital Ramón y Cajal dónde continúa con su posible cura, no tiene más que palabras de agradecimiento para todos los trabajadores de Oncología. “Estoy contenta, no lo siguiente. Es mi casa. Se lo agradezco a la doctora Ferreiro tremendamente. Todo lo que tiene en mi mano es poco, y todos los médicos de digestivo, las enfermeras, los auxiliares...Yo estoy aquí gracias a ese equipo que he tenido la suerte de dar con él”.

Antes de acabar, Lidia advierte a las personas que se vean en su situación que “insistan, que cuando vean lo mínimo les hagan pruebas de sangre en heces, que no se esperen ocho meses como me pasó a mí. Miedo tenemos todos, eso asusta. Si no tienes la prueba en heces no te hacen colonoscopia. Ocho meses es un camino muy largo y en esta enfermedad es muy importante. Si a mí me lo hubieran visto antes estaría mejor”.

Como nos ha hecho ver en toda la entrevista es una mujer fuerte y positiva. “Aquí estamos y aquí estaremos todo el tiempo que haga falta. Sé lo que hay, pero tengo la sana intención de conocer a mis nietos”.



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