Malos momentos para la lucha contra el VIH: diagnósticos tardíos, recortes en la financiación y un estigma que no cesa

“La incidencia del VIH ha sido descendente en el último año, pero no todo lo que quisiéramos”. Así ha comenzado la ministra de Sanidad, Mónica García, el acto oficial con motivo del Día Mundial del Sida, que se conmemora hoy. García ha hecho referencia a que, en 2024, España registró 3.340 casos nuevos, solo 10 menos que el pasado año. “Pero la mitad de ellos han sido diagnósticos tardíos, y eso nos preocupa”, ha señalado. Concretamente, la ministra ha citado los datos del informe de vigilancia epidemiológica del VIH y sida elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto Carlos III, que muestra que el 51,1% de los casos se identificó de forma tardía.

Por ello, García ha hecho hincapié en la necesidad de continuar con los esfuerzos para hacer frente a esta patología a través de la prevención, el acceso al diagnóstico y la eliminación del estigma y la discriminación, “que amplifican las desigualdades”. “Es una cuestión de justicia social, derechos humanos y dignidad. Frente al odio y la ignorancia, respondemos con igualdad, salud pública y compromiso, porque con la vida no se negocia”, ha afirmado.

Además, en el ámbito nacional, ha puesto en valor el PReP, el Manual para la implementación del programa de Profilaxis Pre-exposición al VIH en España, publicado en 2020 por el Ministerio de Sanidad en el marco del Plan Nacional sobre el Sida. “Desde su implementación, 40.000 personas están accediendo a esta herramienta a través de la Atención Primaria, y pretendemos que también esté disponible en las farmacias”, ha comenzado, recordando también que este sistema “ha garantizado que las personas más vulnerables puedan acceder a una primera prueba de diagnóstico de VIH”.

Sin embargo, Mónica García ha recordado el “contexto geopolítico complicado y de retrocesos importantes en la financiación, gobernanza y de derechos humanos” que atraviesa la respuesta común frente a dicha patología. En este sentido, ha nombrado a mandatarios como Milei o Trump, “que han efectuado graves recortes contra la salud global”. Y ha afirmado: “Hay que reforzar nuestra respuesta y mantener la lucha frente al estigma. Desde el Ministerio no se da un paso atrás. Vamos a estar del lado del multilateralismo y de la salud global”.

España, con una incidencia mayor a la de la UE

A nivel nacional, los 3.340 nuevos diagnósticos representan una tasa de 6,95 casos por cada 100.000 habitantes, una tasa similar a la de otros países de Europa Occidental, aunque superior a la media de los países de la Unión Europea.

Respecto al perfil de los afectados, el 85,2% eran hombres y la mediana de edad al diagnóstico fue de 36 años, siendo más jóvenes los hombres (35 años) que las mujeres (39 años). Además, el 53,7% de los nuevos diagnósticos se produjo en personas originarias de otros países.

La transmisión del VIH en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) fue la más frecuente (54,3%), seguida de la transmisión heterosexual (28,7%) y la ocurrida en personas que se inyectan drogas (1,5%). Además, en el momento del diagnóstico, el 31,5% de los nuevos casos suponían enfermedad avanzada. En cuanto al 51,1% de diagnósticos tardíos, la mayoría se dieron en mujeres (57,6% frente a 50%) y el porcentaje es mayor según aumenta la edad, siendo del 38,7% en menores de 25 años y del 65,5% en los de 50 años o más.

El “mayor revés” al VIH: los recortes en inversión

A nivel mundial, este año ha estado marcado por los recortes en ayuda internacional contra el VIH de países clave como Estados Unidos, que destinaba millones de dólares a esta causa. En este sentido, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, ha alertado de que la respuesta mundial al VIH ha sufrido "su revés más significativo en décadas", ya que el sistema de atención en docenas de países de ingresos bajos y medios se ha visto "profundamente sacudido".

"Las clínicas cerraron sin avisar, cientos de trabajadores sanitarios perdieron su trabajo o vieron reducido su salario, y los servicios de tratamiento, prueba y prevención del VIH experimentaron una disrupción amplia y continuada", ha señalado. Además, ha explicado que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la ayuda sanitaria internacional se reduzca entre un 30 y un 40% en 2025, en comparación con 2023, una situación que según ONUSIDA provocará 3,3 millones de nuevas infecciones hasta 2030, si no se revierte.

"La crisis de financiación ha puesto de manifiesto la fragilidad de los avances que tanto nos ha costado conseguir", ha advertido. "El sida no ha desaparecido. Hay nuevas infecciones y millones de personas que aún no reciben tratamiento, por no hablar de aquellas que lo reciben pero no logran suprimir la enfermedad porque no lo toman con la regularidad suficiente. Por lo tanto, aún queda mucho por hacer", ha aseverado Byanyima.

Además, ha recordado que a los recortes presupuestarios se han sumado retrocesos en materia de derechos humanos. De hecho, ha aseverado que, por primera vez desde que ONUSIDA analiza la situación, ha aumentado el número de países que penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y la expresión de género. 

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