Por Medicina Responsable
9 de julio de 2025El Ministerio de Sanidad ha reconocido la Covid persistente, la celiaquía, el dolor crónico no oncológico y las secuelas de la polio como enfermedades crónicas, incluyéndolas en el Plan Operativo 2025-2028 de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha celebrado en la red social X el consenso alcanzado con todas las comunidades autónomas para dar luz verde a este plan. Según ha señalado, los gobiernos autonómicos deberán ahora "activar rutas asistenciales y seguimiento multidisciplinar para garantizar cuidados y derechos" a estos pacientes.
Desde asociaciones de pacientes Covid también han mostrado su satisfacción con esta medida, que responde a una demanda que llevaban expresando desde que se conocieran los efectos de esta patología.
En un país con un envejecimiento poblacional tan marcado como España, la cronicidad se ha convertido en uno de los principales desafíos en materia de salud. Por ello, el Plan Operativo busca promover una atención integrada, equitativa y centrada en las personas, con un papel destacado de la Atención Primaria (AP). La cercanía con los pacientes y la atención domiciliaria son los aspectos en torno a los que se pretende vertebrar las acciones en este nivel asistencial, favoreciendo también la coordinación y la comunicación con otros niveles asistenciales.
El plan recoge distintas líneas de actuación para cada una de las nuevas patologías incorporadas. Para la Covid persistente, apuesta por establecer circuitos asistenciales específicos y protocolos de seguimiento multidisciplinar para personas con síntomas prolongados tras la Covid-19, garantizando una respuesta adaptada, integral y basada en la evidencia.
En el caso de la enfermedad celíaca, insta a mejorar el diagnóstico precoz y la formación de los profesionales y del paciente, promoviendo su empoderamiento para garantizar un adecuado control de la enfermedad y una adherencia efectiva a la dieta sin gluten. Del mismo modo, para las secuelas de la polio, insiste en fortalecer la detección y ofrecer un cuidado integral que brinde una atención coordinada y personalizada.
Por último, respecto al dolor crónico no oncológico, llama a fomentar un enfoque multidisciplinar basado en la evidencia para mejorar el control del dolor, reducir el uso excesivo de analgésicos, especialmente los opioides y promover alternativas terapéuticas, tanto farmacológicas como no farmacológicas, seguras y eficaces.