Detectar el cáncer de endometrio a través de automuestras vaginales o de orina es posible

En España el cáncer de endometrio es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres, con 6.597 casos nuevos en el año 2020, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). A nivel global afecta a más de 400.000 mujeres al año y, para detectarlo en la actualidad, se utilizan métodos de diagnóstico invasivos y dolorosos, mayoritariamente a través de biopsias del endometrio. Ahora, dos estudios liderados por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Hospital Universitario de Bellvitge, con participación de personal investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber), evidencian que muestras no invasivas como la orina, una citología o una automuestra vaginal, recogidas a través de pequeños dispositivos similares a un tampón, serían útiles para detectar este tumor.

De acuerdo con la doctora Laura Costas, investigadora principal del IDIBELL y el Instituto Catalán de Oncología, miembro el CIBERESP y líder de ambos estudios, “los métodos no invasivos podrían reducir la presión asistencial, la necesidad de derivación a un especialista y contribuir a un diagnóstico más rápido que mejore la supervivencia de las pacientes. Debemos tener en cuenta que un retraso en el diagnóstico obliga a utilizar tratamientos más agresivos y representa un peor pronóstico”. 

Las investigaciones, publicadas en las revistas científicas Clinical Cancer Research y eBioMedicine, analizaron el ADN de las muestras de casi 160 mujeres con cáncer de endometrio y se compararon con el tumor original, secuenciando los 47 genes que más habitualmente mutan en el cáncer de endometrio. 

Los resultados mostraron que en el 100% de las orinas y el 73% de las automuestras vaginales analizadas se han podido detectar mutaciones similares a las del tumor original, lo que las posiciona como pruebas no invasivas muy prometedoras para el diagnóstico y clasificación del cáncer de endometrio. Además, el gen mutado que se puede identificar en las muestras no invasivas determina el comportamiento que va a tener el cáncer y, por tanto, el pronóstico de la enfermedad. Por eso, conocer la identidad molecular de cada tumor es muy relevante para realizar una terapia personalizada más efectiva. 

 

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