Por Andrea Rivero
25 de noviembre de 2022“Si el tejido enfermo es la grasa, ¿por qué no obtener una muestra, una biopsia, y estudiarla?”, se pregunta el doctor Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
El índice de masa corporal (IMC) es la medida universal para realizar con determinación el diagnóstico clínico de esta enfermedad. Junto con la medición de la cintura y del porcentaje de grasa corporal son medidas indirectas que tratan de ofrecer información sobre la grasa corporal y su distribución regional. Sin embargo, a veces el valor de estas medidas no representa ni el porcentaje de grasa corporal total ni su distribución. Por ello, en el marco del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad han destacado la necesidad de nuevos abordajes para hacer frente al problema que supone la existencia de diferentes tipos de obesidades y han recalcado que evaluar exhaustivamente el tejido adiposo a través de una biopsia puede jugar un papel fundamental para optimizar el manejo de cada paciente.
La biopsia es una prueba que ya se utiliza para abordar diferentes enfermedades como el cáncer de mama. “Permite diferenciar entre distintos tipos de tumores y tratamientos. Esa misma forma de pensar es la que debemos llevar a la obesidad: conocer las características histológicas de cada paciente y acercarnos a la medicina de precisión”, destaca el doctor Lecube.
La biopsia de tejido adiposo se obtiene durante un proceso quirúrgico y permite al equipo multidisciplinar encargado del paciente obtener una información muy detallada sobre los cambios genéticos y del grado de disfunción del tejido adiposo. Todo esto podría ayudar a predecir la pérdida de peso y la mejora del metabolismo después de la cirugía.
De acuerdo con la doctora Amaia Rodríguez Murueta-Goyena, del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra, “el estudio de cambios genéticos, morfológicos y funcionales en una biopsia de tejido adiposo subcutáneo constituye una herramienta útil para la medicina personalizada, ya que permite un mejor diagnóstico y manejo del paciente con sobrepeso u obesidad. Estas biopsias son especialmente recomendables en obesidad grave”.
Este procedimiento permite caracterizar de forma objetiva alteraciones moleculares y morfológicas del tejido adiposo (hipertrofia, fibrosis, inflamación o alteración de secreción de proteínas adipoquinas) e identificar individuos con mayor riesgo cardio-metabólico. Además, otra utilidad se encuentra en la asociación de la obesidad y el cáncer. “El estudio del tejido adiposo que rodea a los tumores constituye una herramienta emergente para conocer los mecanismos moleculares implicados en el desarrollo y progresión de estos tipos de cáncer asociados a la obesidad”, explica la doctora Rodríguez.
El futuro del diagnóstico de la obesidad va de la mano de un cambio en las consultas de la enfermedad. Junto con la creciente incorporación de recursos tecnológicos que facilitan abordajes innovadores, poco a poco se está produciendo un cambio en la configuración y la labor de las consultas que atienden a las personas que padecen esta enfermedad.