Por Andrea Rivero
22 de noviembre de 2022La obesidad no afecta por igual a hombres y a mujeres. La influencia del género ha sido un tema escasamente tratado a la hora de estudiar esta enfermedad, pero desde el XVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) han querido remarcar la importancia que tiene realizar un abordaje diferenciado ya que, las causas, el tipo, la localización del exceso de peso, la prevalencia, las comorbilidades asociadas y las complicaciones presentan marcadas divergencias.
La diferencia más importante se encuentra en la distribución del tejido adiposo. En el hombre predomina la acumulación de grasa abdominal, que es un factor claro de riesgo cardiovascular; sin embargo, la mujer acumula tejido adiposo sobre todo en la zona glúteo-femoral. Pero, más allá de esta, existen otros factores como el hormonal y el padecimiento de ciertas enfermedades como el síndrome del ovario poliquístico o el hipogonadismo asociado a la obesidad (afección por la cual se producen muy pocas o ninguna hormona sexual), que influyen en la forma que afecta el exceso de peso en hombres y a mujeres.
“En España la obesidad es más prevalente en mujeres: un 34% de mujeres viven con obesidad y menopausia, hay un 46,1% de mujeres con sobrepeso y menopausia, y se estima que más de un 50% de mujeres mayores de 50 años tienen obesidad y/o sobrepeso”, indica el doctor Santiago Palacios, director de la Clínica Palacios de Salud y Medicina de la Mujer. Esta incidencia se debe principalmente a cinco factores: el estrés, los factores socioeconómicos, las alteraciones del sueño, la menor actividad física y las alteraciones hormonales y menopausia.
El impacto que tienen las hormonas femeninas en la obesidad se enmarca en cuatro momentos clave en la vida de la mujer: la adolescencia, la toma de anticonceptivos, el embarazo y la menopausia. Además, el doctor Palacios añade que “los trastornos hormonales, el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) y la menopausia son claros factores de riesgo de obesidad”.
Teniendo claro que los factores biológicos asociados al sexo del individuo tienen un importante impacto sobre la salud metabólica y sus alteraciones, ahora el reto es que estos aspectos se tengan en consideración cuando se plantea un abordaje integral y personalizado de la obesidad como enfermedad, “algo que hasta ahora no se está haciendo de manera suficiente”, afirma Manuel Tena-Sempere, catedrático de Fisiología de la Universidad de Córdoba, quien califica como “muy importante reconocer estas interacciones entre factores gonadales y metabólicos, ya que puede propiciar un mejor manejo personalizado de la obesidad”.
Un problema adicional que se detecta en el abordaje diferencial de la obesidad es que, tanto en investigación básica como clínica, el sexo femenino ha estado menos representado en estudios y eso introduce sesgos que pueden ser muy determinantes. “Asumir que en hombres y mujeres existen los mismos mecanismos para el desencadenamiento de la obesidad, o que un mismo tratamiento tendrá efectos similares en ambos sexos, es incorrecto y puede reducir nuestra capacidad de manejar adecuadamente al paciente que sufre obesidad”, concluye el catedrático de la Universidad de Córdoba.