Por Andrea Rivero
3 de febrero de 2023Investigadores del grupo de neurolípidos de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) han descubierto que inhibir la proteína CPT1C produce resistencia a la doxorrubicina, el principal tratamiento quimioterapéutico empleado para tratar los tumores de mama triple negativo, ya que disminuye la entrada del fármaco al interior de las células. Normalmente, esta proteína se encuentra en neuronas sanas y con frecuencia se expresa en diferentes tipos de cáncer.
El estudio, publicado en la revista científica International Journal of Molecular Sciences, ha comprobado que silenciar la proteína CPT1C remodela los lípidos que se encuentran en la membrana plasmática de las células tumorales de mama, es decir, en la envoltura que protege a estas células. Esto aumenta excesivamente la cantidad de lípidos y su longitud, lo que favorece que la membrana se vuelva impermeable a los fármacos y produzca quimioresistencia. Por esta razón, los investigadores creen que la CPT1C puede ser un nuevo biomarcador predictivo de la supervivencia en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama tripe negativo y abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos.
De acuerdo con la responsable del grupo, la catedrática Núria Casals, “inhibir esta proteína produce resistencia a la doxorrubicina, el principal tratamiento quimioterapéutico empleado para el cáncer de mama triple negativo, el que tiene peor pronóstico, ya que disminuye la entrada de este fármaco al interior de las células”.
“El hecho de comprender mejor el papel que juega la membrana lipídica de las células cancerosas en la quimioresistencia puede contribuir a mejorar la eficacia a largo plazo de los tratamientos en tumores humanos y al desarrollo de nuevos fármacos”, explica Casals.
En la actualidad, el grupo de investigación de neurolípidos analiza el papel de las CPT1 en los glioblastomas, “un tipo de cáncer muy agresivo que se genera en el cerebro o en la médula espinal y donde los niveles de CPT1C se encuentran más elevados”, añade la catedrática. Además, también trabajan en el modelaje de la estructura tridimensional de las proteínas CPT1, en el diseño de fármacos que regulen su actividad y en el desarrollo de nanopartículas capaces de orientar estos fármacos a tejidos específicos, como los tumorales.