Por Andrea Rivero
17 de abril de 2023La pérdida de audición y la demencia son dos afecciones habituales en las personas de edad avanzada y, de hecho, diversos estudios han mostrado la relación que hay entre ambas. De acuerdo con los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.500 millones de personas tendrán algún tipo de disminución auditiva a lo largo de su vida y, al menos 430 millones, necesitarán atención. Por ello, un equipo internacional de investigadores ha estudiado esta relación comprobando que las personas con pérdida auditiva presentan un 42% más de riesgo de desarrollar demencia, sin embargo, aquellas que utilizan audífonos mantienen un riesgo similar al de las personas que no pierden audición.
“Nuestro estudio proporciona la mejor evidencia hasta la fecha que sugiere que los audífonos podrían ser un tratamiento mínimamente invasivo para mitigar el impacto potencial de la pérdida auditiva y la demencia”, indica el autor principal del estudio, Dongshan Zhu. Con los resultados de este trabajo los investigadores quieren concienciar a la población y a los gobernantes sobre la necesidad de poner a disposición de las personas que lo necesiten tratamientos contra la pérdida de audición más económicos y de fácil acceso, ya que podría evitar muchos casos de demencia a nivel global. La doctora Karina de Sousa, coautora del estudio añade que “hay muchas razones por las que las personas optan por no usar audífonos, pero principalmente es por los problemas de accesibilidad y asequibilidad de los dispositivos”.
Más de 500.000 personas estudiadas
Los autores analizaron datos de 500.000 personas a través del Biobanco del Reino Unido, concretamente examinaron el riesgo de demencia de cada persona, el uso de audífonos y sus registros médicos. Además, también tuvieron en cuenta otros factores como la soledad, el aislamiento social y la depresión, y les hicieron un seguimiento medio de 12 años. A partir de estos datos, según explica Dongshan Zhu, observaron que “cerca de las cuatro quintas partes de las personas que experimentan pérdida auditiva en el Reino Unido no usan audífonos. Además, la pérdida auditiva puede comenzar temprano, con 40 años, y hay evidencia de que el deterioro cognitivo gradual antes de un diagnóstico de demencia puede durar de 20 a 25 años”.
“Nuestros hallazgos resaltan la necesidad urgente de introducir de forma temprana audífonos cuando alguien comienza a experimentar una discapacidad auditiva. Es necesario realizar un esfuerzo grupal de toda la sociedad, incluida la sensibilización sobre la pérdida auditiva y los posibles vínculos con la demencia, aumentando la accesibilidad a los audífonos al reducir el costo, y más apoyo para los trabajadores de atención primaria para detectar problemas de audición, crear conciencia y brindar tratamiento, como la adaptación de audífonos", concluye Dongshan Zhu.
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