Por Medicina Responsable
26 de junio de 2025La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado de 102 casos de linfoma anaplásico de células grandes asociados a implantes mamarios (LACG), un tipo raro de linfoma que afecta a los tejidos próximos a los implantes, desde que comenzó el seguimiento hace una década.
Así lo ha reflejado el quinto informe anual que la entidad ha publicado en el marco del Sistema de Vigilancia de Productos Sanitarios, que está coordinado con sociedades médicas y autoridades europeas. Los objetivos de este protocolo clínico son detectar los casos asociados a pacientes portadoras de implantes mamarios, establecer los pasos a seguir, aplicar el correcto tratamiento y recabar información que permita evaluar una posible asociación entre LACG y la implantación mamaria.
De la totalidad de los casos, se han reportado cuatro fallecimientos. Sin embargo, la mayor parte de los pacientes tuvieron un curso clínico benigno tras la retirada de la cápsula periprotésica y de los implantes, y algunos precisaron de un tratamiento asociado que dependió del estado clínico.
Desde que comenzó el seguimiento de esta enfermedad poco común, se han recibido 137 notificaciones sospechosas. De estas, 102 han sido confirmadas, produciéndose 94 de ellas solo en 2024. Esto presenta un aumento significativo y progresivo de los casos.
Respecto al tipo de implante mamario, 88 de ellos estaban relacionados con implantes de superficie texturada, el tipo más utilizado en años anteriores; dos se correspondían con prótesis recubiertas de poliuretano y en 12 no se pudo identificar el tipo de superficie.
En cuanto a la distribución geográfica de los casos, las comunidades autónomas más afectadas han sido Madrid con 24 casos confirmados de 35 sospechas, Andalucía con 15 de 22 sospechas; y Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Además, en 23 de los 102 casos, las pacientes se habían sometido a esta intervención para reconstruirse el pecho tras una mastectomía, y 43 de ellas se debían a razones estéticas.
Esta enfermedad es una forma poco frecuente de linfoma no-Hodgkin, específicamente de las células T, que afecta a los tejidos próximos a la prótesis mamaria y se considera agresivo debido a su rápido crecimiento. Todavía no se han esclarecido relaciones causales definitivas, aunque los especialistas creen que esta patología tiene un origen multifactorial: apuntan a que el tipo de implante utilizado, la predisposición genética o la presencia de contaminantes pueden ser factores destacables.
En cuanto a sus síntomas, puede causar hinchazón y dolor, pérdida de peso, fiebre, sudores nocturnos y fatiga. Para evitarlos, la AEMPS insta a los pacientes que se sometan a una intervención de implantes mamarios a recibir una información completa y actualizada, y recuerda que estos no son productos permanentes y que presentan riesgos como las roturas, contracturas capsulares o la aparición de LACG.