La salud no tiene ideología

Queremos desearle a la nueva ministra de Sanidad suerte en su cometido, a pesar de que el Ministerio de Sanidad tiene cedidas la mayor parte de sus competencias a las comunidades autónomas. Y la apoyaremos en cualquier medida que tome encaminada a mejorar la salud o ayudar a prevenirla a más de 48 millones de ciudadanos.

Por eso mismo, sería cínico por nuestra parte, o falto de sinceridad, confesar que algunas de las afirmaciones y acciones realizadas por la nueva ministra de Sanidad, en la Comunidad de Madrid, no nos hayan producido alguna alarma. Por ejemplo, nos parece insólito que una médico proteste y aliente un movimiento en contra de la construcción de un hospital, que se nos antojó, algo así, como si un grupo sindical de bomberos protestara por la contratación de más vehículos contra incendios. Asimismo, nos inquietan sus declaraciones contra la medicina privada. Primero, porque los 8 millones de usuarios de seguros privados, lo han hecho de manera voluntaria, pagan sus cuotas, y alivian el presupuesto de la Sanidad Española. Segundo, porque si se dieran de baja, y acudieran a la Sanidad Pública, las listas de espera en España ya no serían de semanas, sino de varios meses o de años.

Es admirable su firme ideología comunista, en una mujer que pasó gran parte de su infancia en El Viso, una de las colonias más exclusivas de Madrid, y su adolescencia en otro barrio burgués: el barrio de Salamanca. Puede ser que algo influyera su padre, miembro del Partido Comunista de España y, por cierto, diputado de la Asamblea de Madrid, antes que ella. Pero no caben dudas de la firmeza de su ideología a la que tiene todo el derecho. 

Sería miserable criticarla y prejuzgarla por su ideología, tanto como que ella cayera en la tentación de discriminar a las autonomías que tienen gobiernos conservadores, y no están alineados, ni en el social-comunismo, ni en el separatismo. El nuevo juramento Hipocrático dice: “NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente”. 

Para la nueva ministra de Sanidad, doña Mónica García, sus pacientes administrativos son ahora unos 48 millones de personas… de muy diversas y diferentes maneras de pensar. Y le deseamos suerte. De verdad. Y que no olvide que la Salud no tiene ideología.

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