Por Julia Porras
7 de julio de 2022Dos años y medio después del comienzo de la pandemia, la Covid continúa entre nosotros, como un silencioso dedo acusador que señala, enferma y, en ocasiones, todavía mata. Hasta la fecha, varios factores se han unido para que vayamos surfeando a duras penas sobre la séptima ola.
El fin de las mascarillas el pasado mes de abril fue una puerta abierta para que el virus campara a sus anchas, sobre todo entre aquellos que aún no tenían la pauta completa de la vacuna contra la Covid y los más vulnerables. Pero, en las últimas semanas, las nuevas variantes han hecho que el virus escape a la inmunidad conseguida con las vacunas. La BA.4 y la BA.5 son las variantes secuenciadas que están provocando el mayor número de contagios y, además, están apareciendo otras como la sub variante BA.2.75, capaz de atravesar las barreras de anticuerpos con facilidad. Eso sí, de acuerdo con los expertos, “son más transmisibles, pero menos virulentas”.
Presión hospitalaria
La alta transmisibilidad de estas mutaciones está provocando que la curva de contagios
no pare de crecer. La incidencia Covid superó
el pasado martes la barrera de los 1.000 casos por 100 mil habitantes,
situándose en 1.135,30, en mayores de 60 años. Sin embargo, uno de los indicadores que más preocupa es
la tasa de ocupación de camas hospitalarias, que se sitúa ya en un 9,56%,
mientras que las camas UCI están en un 5,73%.
Aunque la media nacional de ocupación hospitalaria no alcanza el riesgo alto (por encima del 10%), cinco comunidades autónomas ya lo superan : Castilla La Mancha, con un 11.65%; Castilla y León, con un 11,87%; Cataluña, que está en un 11.53% y un peligroso 11,71% en ocupación UCI; País Vasco, con un 10,83%, y Madrid, la más alta, con un 14,41% de camas ocupadas por enfermos Covid.
Fiestas y eventos multitudinarios
Los eventos musicales y deportivos con aforo completo, que se permiten desde el mes de abril; las fiestas populares como San Fermín; la celebración del Orgullo
Gay, que comenzó a festejarse ayer en la capital, y un sinfín de celebraciones
a lo largo y ancho de la geografía española hacen temer un repunte de los casos.
Aunque, si tenemos en cuenta que solo se notifican los positivos en mayores de
60 años, será difícil determinar la subida auténtica tras la celebración de estos
festejos.
El dato optimista lo encontramos en los expertos, que aseguran que estamos en el pico de la séptima ola, y esto, “por experiencias anteriores, puede indicar una próxima bajada de la incidencia”.
Test de antígenos y mascarillas
En plena séptima ola, los test vuelven a ser los artículos más codiciados de la
farmacia. Según un informe de Cofares, nueve de cada diez españoles (93,8%)
considera que contar con herramientas de autodiagnóstico, como las pruebas de
antígenos, contribuyen a sobrellevar la situación y a tomar el control de la enfermedad.
Las denominadas variantes sigilosas, sub variantes de ómicron, BA.4 y BA.5, están presionando al alza la demanda de este tipo de test, aumentando hasta casi un 120% frente a los datos del mes anterior.
Por otro lado, la retirada de la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores, el pasado 20 de abril, ha redundado en un inevitable aumento de los contagios. De hecho, y a pesar de que se siguen utilizando en hospitales, centros de salud, residencias y transporte público, los casos no paran de aumentar. Un par de comunidades autónomas (Madrid y Cataluña) ya recomiendan su uso en lugares cerrados y, en los últimos días, han aumentado sus ventas en farmacias. Ante la ausencia de normas por parte del Gobierno, la población ha empezado a tomar sus propias medidas.