Por Juan García
29 de abril de 2025Dentro de lo atípico de la histórica jornada vivida ayer por el apagón eléctrico en toda la península ibérica, de los pocos lugares donde se trató de mantener una cierta normalidad fueron los centros sanitarios. De nuevo, como en otras situaciones de emergencia o crisis, los profesionales sanitarios volvieron a estar en primera línea para dar respuesta a la población que lo necesitó.
Los grupos electrógenos permitieron que la actividad se mantuviera en los hospitales; sin embargo, en los centros de Atención Primaria (AP) la falta de suministro eléctrico y de soporte informático los llevó a tirar de métodos a la antigua usanza, obligando también a reprogramar consultas no urgentes.
La situación esta mañana del martes era dispar en todo el territorio, con la corriente devuelta prácticamente en la totalidad. La luz comenzó a volver por la tarde progresivamente a muchos lugares, aunque otros han tenido que esperar a esta misma mañana para volver a tener corriente.
Algunas comunidades autónomas fueron más afortunadas, como País Vasco, donde según informan fuentes de Osakidetza a Europa Press, los servicios sanitarios autonómicos han estado funcionando con normalidad desde primera hora de la mañana, manteniendo las intervenciones y consultas programadas. En Madrid, la Consejería de Salud ha informado que durante el día de ayer se pudieron atender a todos los pacientes de oxigenoterapia y que ya se encuentran en sus domicilios. También desde Cantabria y Andalucía informan de la "normalidad" en la atención sanitaria durante la mañana. En otros puntos del país, como Castilla-La Mancha, el Gobierno autonómico ha decidido suspender las actividades sanitarias programadas para esta mañana.
El nutrido anecdotario del día de ayer se libró de grandes incidencias de salud gracias al trabajo de los profesionales sanitarios. La doctora María José Gamero, médica de familia en el centro de salud de San Fernando (Badajoz), explica a Medicina Responsable que, a pesar de las limitaciones por la ausencia de luz, la jornada de ayer y de esta mañana han transcurrido dentro de una cierta normalidad. “No hemos tenido que reagendar consultas porque cuando se produjo el apagón ya estaban prácticamente todas las consultas atendidas”, señala. El día de ayer tuvieron que tirar de “antiguos modelos de formularios” que tenían para realizar consultas y haciendo recetas a mano para los pacientes que lo necesitaban. La luz volvió pasadas las ocho de la tarde, cuando aún estaba su centro de salud abierto para atención continuada a las urgencias, que tuvieron que realizar tirando de linternas para ganar visibilidad. “Quien lo necesitó se le atendió. Se evitaron visitas a hospitales para que no hubiera colapso”, apunta la doctora Gamero.
La doctora explica que en su centro contaban con electrocardiógrafos e incluso desfibriladores con batería suficiente para haberlos usado, aunque no fue necesario durante la tarde.
Una experiencia similar es la que relata el médico Juan Gabriel García, del centro de salud de Sabiote (Jaén). “Tuvimos que volver un poco a la manera antigua de trabajar, haciendo las recetas a mano”. El doctor destaca que una de las virtudes que le da la práctica de la AP, el conocer de cerca a los pacientes, permitió que la falta del sistema informático no fuera un problema para atender a los pacientes: “Aunque no tenga el apoyo de la historia de salud digital, como conoces al paciente, para solventar las urgencias es suficiente”.
El doctor García atendió con normalidad a sus pacientes y mantuvo su agenda de visitas domiciliarias, priorizando la atención a los casos “más urgentes”. En su municipio han pasado toda la noche sin luz, que ha vuelto sobre las 9 de la mañana. Esto les ha impedido hacer analíticas rutinarias, aunque “estamos empezando a recuperar la normalidad de las citas y consultas telefónicas”.
Los casos más preocupantes para el doctor jienense fueron los pacientes que dependían de respiradores, pues los tuvieron que enviar a otro centro de salud cercano, en el municipio de Torreperogil, ya que ahí habían habilitado generadores para que pudieran conectarse al oxígeno. No obstante, guarda aún cautela al afirmar que “puede que haya habido problemas de los que aún no seamos conscientes”. Este perfil de pacientes fueron de los que también estuvo más pendiente la doctora Paula Martín, Borregón, residente de cuarto año de medicina de familia en Leganés. "Desde que habían pasado apenas 15 minutos, ya estaban viniendo a por balas de oxígeno, porque la gente en casa tiene concentradores de oxígeno que no funcionan sin corriente", explica.
La doctora estuvo por la mañana en su centro de salud y por la tarde tuvo guardia en un centro de atención continuada, donde continuó ayudando a estos pacientes. "Gracias a la ayuda de Protección Civil, pudimos instalar unas tomas de oxígeno con generadores que iban que iban cargandas con gasolina y tuvimos ahí unos cuantos pacientes oxigenados durante las horas que que duró el apagón". Para esta doctora, lo más memorable de la jornada de ayer es la sensación de "incertidumbre por la incomunicación y por no saber cuánto iba a durar esto".
El médico de familia resalta cómo ayer, al comentar la situación con una compañera, su conclusión fue que se apañarían como pudieran y seguirían atendiendo a los pacientes. “Uno es médico tenga o no tenga ordenador”, fue la respuesta que dio a su compañera.
Algo en lo que coinciden ambos doctores es la respuesta positiva que se encontraron por parte de los pacientes. Para la doctora Gamero fue una “sorpresa agradable” observar cómo los pacientes mantenían la calma, mientras que el doctor García destaca el “civismo y la comprensión” cuando comunicaba la situación a sus pacientes.
Por su parte, para Gamero una situación como la vivida ayer demuestra que “el soporte de la sanidad funciona frente a circunstancias imprevistas”, algo que resalta la importancia de la AP como nivel asistencial. La doctora subraya el compromiso de sus compañeros, que no se movieron del centro de salud hasta llegar la tarde y se pusieron “todos a disposición” para lo que fuera necesario.