Por Gema Puerto
5 de julio de 2023El uso de pantallas digitales en niños es cada vez más habitual, a pesar de que la mayoría de los expertos alertan de los peligros que puede acarrear para la salud de los más pequeños. Es más, la Organización Mundial de la Salud recomienda no ofrecer nunca una pantalla digital a un niño menor de dos años. Pediatras de atención primaria y otras organizaciones, como la Fundación Comparte, que promueve los derechos de la infancia, alertan de que una exposición temprana y excesiva de los niños a las tecnologías digitales puede implicar trastornos a corto y largo plazo como: freno en el desarrollo cognitivo y físico de los niños, alteración en la conducta alimentaria, mayor riesgo de sobrepeso y alteraciones del sueño, además de provocar síntomas similares al trastorno del espectro autista (TEA), trastornos del lenguaje o miopía.
Como explica el vicepresidente de la Asociación Española de Pediatria de Atención Primaria (AEPAP), el doctor Pedro Gorrotxategi, “los primeros tres años, o los primeros 1.000 días de vida de los niños son muy importantes para el desarrollo cerebral. El cerebro no es un órgano que se desarrolla de forma autónoma, como el hígado, por ejemplo. El cerebro, para desarrollarse, necesita de estímulos externos. Y el más importante es el contacto con otros seres humanos, fundamentalmente sus padres. Es con ellos con quienes establece el apego. El tiempo que el niño dedica a ver pantallas priva de esa interacción humana, que es fundamental para el desarrollo del cerebro y el área del lenguaje. Es por eso por lo que es mucho mejor leerles un cuento con una entonación cariñosa para su desarrollo, ya que les ayuda a calmarse y a fijar esa relación”.
María Salmerón Ruiz, miembro del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP), y autora del Plan Familiar Digital de la AEP, coincide con Gorrotxategi al afirmar que “el uso excesivo de las pantallas repercute en todas las etapas y esferas de la vida, provocando obesidad, adicciones… Todo afecta a la individualidad de la persona. Su mal uso en la edad pediátrica afecta al desarrollo del lenguaje, al manejo de las frustraciones cuando se les da el dispositivo para solucionar una rabieta e, incluso, afecta a nivel psicomotor, a la motricidad fina y a la gruesa. El niño necesita correr y saltar, subir y bajar cremalleras, etc.”
Para que el niño adquiera un correcto desarrollo del lenguaje es vital reducir su sobrexposición a las tecnologías. “La mejor manera de prevenir riesgos es la educación y que los adultos hagan un uso seguro y responsable. Tenemos que preguntarnos qué papel deben tener las nuevas tecnologías en nuestra familia”, añade Salmerón.
Ante el uso excesivo que los pequeños hacen de los dispositivos digitales, la Asociación Española de Pediatría da algunas recomendaciones para un uso responsable. Así, antes de los seis años, recomienda evitar las pantallas para los más pequeños. “La tecnología no brinda ninguna ventaja adicional al desarrollo. Por el contrario, su uso compite con experiencias que son útiles y enriquecedoras para el crecimiento de los menores”.
- En niños de 6 a 12 años el uso de internet debe continuar siendo supervisado por el adulto, ya que los menores pueden acceder a información para la cual todavía no están preparados. “Niños y niñas no deben navegar solos en internet”.
- Enseñar a los menores a manejar los contenidos que se comparten, sobre todo, cuando empiezan a usar las redes sociales o a jugar online.
-Sea cual sea la edad del niño y adolescente, no es recomendable la presencia de pantallas en el dormitorio o durante las comidas.
- Acompañar a los pequeños cuando usen las pantallas, de forma que interaccionen con nosotros. Repetir y explicar lo que ven o interactuar con las imágenes les ayuda a procesar la información.
-Elegir contenidos sin cambios de imágenes rápidos y con una finalidad concreta. Los cambios de imágenes rápidos, con colores estridentes o ruidos fuertes bloquean la capacidad atencional de los niños a esta edad.
-Visualizar previamente lo que verá el niño para poder decidir si es adecuado o no.
- Evitar el uso para la gestión emocional. En esta edad son normales las pataletas. El manejo de las rabietas ayuda al niño a relacionarse con su entorno y a la gestión emocional.
-Acompañar al niño mediante el ejemplo ante las frustraciones y evitar el uso de las pantallas como “chupete emocional”.