La historia médica de cualquier paciente debe ser compartida en la sanidad pública

El acceso a la historia médica electrónica de los pacientes continúa siendo uno de los obstáculos más importantes a los que los profesionales de Atención Primaria se enfrentan a diario. Javier Sanz, Coordinador del Grupo de Trabajo de Nuevas Tecnologías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) señala que “es muy triste que un paciente se mueva de una comunidad autónoma a otra y ni tan siquiera ese famoso conjunto mínimo de datos que se debería haber compartido entre las distintas autonomías sea real”. Por ello, lamenta que los profesionales “fuera de nuestro territorio estén ciegos a nivel de digitalización de información de los pacientes. Si un paciente tiene una arritmia, si es diabético y está con algún tratamiento… no podemos saber nada”, relata el doctor Sanz.

El problema principal es que cada una de nuestras 17 comunidades autónomas, junto a Ceuta y Melilla, tiene una historia medica electrónica diferente que, a su vez, tienen subprogramas de laboratorio, de radiología… “Hemos creado un entramado tan complicado de 17 programas distintos con 17 subprogramas distintos que quizás la única manera de volver a empezar de cero es crear una nueva historia electrónica común. Nos queda todo por hacer”.

El doctor Sanz hace hincapié en que en España “falta voluntad por parte de los políticos y de las administraciones”. Además, resalta que es de las cosas más importantes que todo esté en la nube porque él, que trabaja en la provincia de Alicante, intenta ver una radiografía de un paciente de la provincia de Valencia y no puede acceder. “Por ese motivo afirma que hay que idear la forma de compartir esa información entre todos los responsables del sector de la salud, las distintas autonomías, consejerías, pero “lo que no se puede tener es 17 maneras distintas de trabajar”.

Los españoles nos movemos mucho por todo el territorio nacional, ya sea para visitar a familiares, de vacaciones o por cuestiones ligadas al ámbito laboral. Por ello, desde hace unos años los pacientes pueden ir con su tarjeta sanitaria o con su código a cualquier parte de España y las farmacias les dispensan su medicación, independientemente de cuál sea su lugar de procedencia. Esto significa que a nivel de farmacología los pacientes pueden retirar ya sus tratamientos en cualquier punto del territorio nacional, la farmacia sí que tiene acceso al historial de tratamiento de los pacientes, los médicos no. “Está bien visto políticamente que la gente se pueda ir de vacaciones un mes tranquilamente y pueda retirar su medicación en cualquier punto de España. Ahí sí que ha habido conciencia”, señala el doctor Sanz. Por ello, añade que, al igual que se hizo con farmacia, se invierta y haya una voluntad política real de querer integrar todo. Solo así se facilitará el trabajo de los profesionales médicos del que depende la salud de toda la ciudadanía española.

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