Por Virginia Delgado
11 de marzo de 2025“El candidato que quedó en tercer lugar se ha atrincherado en el Colegio y, cada día, está más cerca de la puerta del Juzgado”. Con estas palabras, el doctor Tomás Merina hace referencia al doctor Manuel Martínez-Sellés y a la situación que vive el Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) desde el pasado 17 de diciembre.
Aquel día el doctor Merina ganó las elecciones a la presidencia con el 46,9% de los votos a su favor, pero no ocupó el puesto. La Comisión de Recursos Humanos emitió una resolución por la que anuló su proclamación al alegar que no es médico en activo. El doctor Martínez-Sellés, anterior presidente del ICOMEM, apoyó esta decisión, señalándolo como “incumplimiento de los requisitos”.
Merina mantiene que es el presidente electo, subrayando que el perdedor de las elecciones es el doctor Martínez-Sellés. “Yo creo que deberán respetarse los resultados”, ha manifestado a Medicina Responsable. Respecto a lo que define como “atrincheramiento” de este al Colegio, el doctor Merina tiene clara la razón. “Tiene pánico a que alguien de fuera vea lo que ha hecho con el dinero del ICOMEM. Después de gastarse un millón de euros en obras, ha alquilado nuestra sede de la calle Esparteros del centro de Madrid (un piso de 900 m²), por 2.700 euros al mes y durante 15 años, a una fundación que inmediatamente le ha nombrado patrono como pago por haberle dado ese derecho de usufructuar un piso que es propiedad de todos los médicos. Es un escándalo financiero, económico y de representación”, ha denunciado a Medicina Responsable.
El ganador de las elecciones está convencido de que el doctor quiere volver a ocupar la presidencia “para retrasar lo inevitable, que es una auditoría donde se van a levantar las alfombras y se verá qué es lo que han hecho con los ocho millones que tenía el Colegio”.
Tomás Merina señala que se siente “absolutamente” respaldado por sus compañeros. “En dos días, hemos conseguido 120 firmas de médicos compromisarios elegidos democráticamente para convocar una asamblea”. Una reunión que han solicitado para el miércoles 12 de marzo, pero que ha sido declarada “no procedente” por la Junta Directiva del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid por considerar la petición “contraria a derecho y vulnerable a los Estatutos del Colegio”.
“Con esta negativa, el doctor Martínez-Sellés está negando el acceso de los compromisarios a la entidad. Con esto nos hacemos una idea del aislamiento en el que se encuentra. Se convierte en un apestado en la sanidad madrileña. Será un médico con el que nadie querrá relacionarse en el futuro”, concluye Tomás Merina.