Retiran unas tortillas de patata debido a su posible relación con cuatro casos de botulismo

Las tortillas de patata con cebolla y sin cebolla de la marca Alipende, que se vende en los supermercados Ahorramás, han sido retiradas del mercado debido a su posible relación con un brote de botulismo. Tras la notificación de estos casos mediante el Sistema de Alertas de Salud Pública, el supermercado ha retirado los productos cautelarmente y ha informado a sus clientes de que pueden proceder a devolverlos en su tienda más cercana. 

De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los casos se han producido en varias comunidades autónomas y se ha informado a los servicios de salud pública de cada región, a través de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, para reforzar la detección precoz en caso de aparición de nuevos casos con sospecha de botulismo. “Al menos en tres de los casos confirmados, y en uno de los probables, la empresa que elabora las tortillas es la misma. Hasta la fecha no se ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionen causa efecto. No obstante, se continúan las investigaciones con la colaboración de la empresa de producción”, informan desde la AESAN. 

Qué es el botulismo

Se trata de una enfermedad causada por la bacteria Clostridium botulinum, que produce una toxina que afecta al sistema nervioso y puede originar parálisis muscular y problemas respiratorios graves. Habitualmente se contrae como consecuencia de la ingesta de alimentos contaminados y heridas infectadas.

Desde la AESAN destacan la importancia de conservar los productos alimentarios a las temperaturas de conservación indicadas en el etiquetado, sobre todo, cuando hace mucho calor como en estas últimas semanas. “El caso de las tortillas de patata envasadas es especialmente importante, ya que puede tenerse la falsa sensación de que son como las conservas, que tienen estabilidad térmica, y mantenerlas sin refrigeración a la temperatura ambiente actual puede derivar en problemas de salud tras su consumo”, subrayan. 

Los síntomas del botulismo se inician de forma aguda tras un período de incubación habitual de 12-36 horas, aunque a veces puede llegar a ser de varios días y hasta 1 semana tras la ingesta
del alimento. Cuanto más corto es el periodo de incubación más grave es la enfermedad y mayor la letalidad. La clínica consiste en una neuropatía bilateral asociada a una parálisis o debilidad simétrica descendente flácida producida por la acción de la neurotoxina botulínica. En el botulismo transmitido por alimentos, aunque la persona puede presentar síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea, los síntomas iniciales son una marcada astenia, debilidad y vértigo seguidos de visión borrosa, boca seca, dificultad para tragar y para hablar como consecuencia de la afectación por la toxina. La parálisis de los músculos respiratorios puede requerir la instauración de ventilación mecánica. La mayoría de los casos se recuperan si son diagnosticados y tratados precozmente.

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