Por Gema Puerto
3 de noviembre de 2023Gripe aviar, ébola, zika, fiebre del Nilo Occidental, viruela del mono, Covid-19…las enfermedades transmitidas a las personas por animales, o zoonosis, constituyen una gran amenaza mundial, lo mismo que el cambio climático, la contaminación o la radiación ultravioleta a consecuencia del agujero de ozono. Por estas razones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamamiento a los líderes mundiales para que aumenten el compromiso político a fin de invertir en el enfoque “One Health”, o de “Una sola salud”, para prevenir y hacer frente juntos a las amenazas comunes que afectan a la salud y el bienestar de los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente.
Las repercusiones sobre la salud de la crisis climática, la contaminación del agua, la insalubridad de los alimentos y el aumento de los brotes de enfermedades son algunos de los mayores retos a los que se enfrenta hoy la humanidad y el planeta. Por ejemplo, la contaminación del aire provoca 7 millones de muertes de seres humanos y pérdidas por valor de 3.000 millones de dólares al año. Los problemas relacionados con la resistencia a los antimicrobianos provocan 5 millones de muertes de seres humanos al año y, de aquí a 2050, está previsto que causen unas pérdidas económicas de hasta 100.000 millones de dólares. Además, la Covid-19, una enfermedad emergente reciente, provocó aproximadamente 6 millones de muertes de seres humanos hasta 2022, y unas pérdidas económicas de más de 3.500 millones de dólares.
En el Día Mundial One Health la OMS, así como distintas organizaciones como la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, ANECPLA, advierten de los riesgos de nuevas pandemias si se sigue abordando la salud humana, animal y ambiental por separado. “La sanidad ambiental, animal y humana están interconectadas y si tratamos de solventar un problema en cualquiera de estos tres aspectos sin tener en cuenta el resto, ese proceso estará abocado al fracaso”, ha explicado el director general de ANECPLA Jorge Galván.
One Health es un enfoque promovido desde hace más de 20 años por parte de organismos mundiales tan relevantes como la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que, sin embargo, y por increíble que resulte, según la OMS, no termina de aplicarse por parte de las Administraciones Públicas a nivel mundial. Este enfoque considera que la salud humana, la salud animal y la protección del medio ambiente se encuentran estrechamente interrelacionadas y conforman un engranaje común que se condiciona de forma constante.
“Una sola salud” es un enfoque de eficacia probada para la formulación de políticas y la colaboración intersectorial con el fin de prevenir la aparición y reaparición de enfermedades zoonóticas y transmitidas por vectores, al mismo tiempo que se garantiza la inocuidad de los alimentos y el mantenimiento de una producción alimentaria sostenible, se reducen las infecciones resistentes a los antimicrobianos y se abordan las cuestiones medioambientales para mejorar colectivamente la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente, entre otros muchos ámbitos, explican desde la OMS.
Este enfoque crea oportunidades para movilizar a toda la sociedad, de modo que veterinarios, médicos, epidemiólogos, profesionales de la salud pública, expertos en fauna salvaje, líderes comunitarios y personas de distintos sectores puedan trabajar juntos sin compartimentaciones para hacer frente a las principales amenazas de salud.
Además de salvar vidas y promover el bienestar, las acciones emprendidas en el marco del enfoque de “Una sola salud” ofrecen enormes beneficios económicos. La FAO y el Banco Mundial calculan que los esfuerzos realizados en el marco del enfoque de “Una sola salud” podrían reportar a la comunidad mundial al menos 37. 000 millones de dólares al año. Y la inversión requiere menos del 10% de esta cantidad.
“La adopción de un enfoque One Health es una medida sensata desde el punto de vista de la salud pública, la economía y el sentido común,” ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS. “Es obvio que solo podemos proteger y promover la salud de los seres humanos protegiendo y promoviendo la salud de los animales y del planeta, del que depende toda la vida. Acogemos con satisfacción el creciente consenso político sobre el enfoque a nivel mundial y nos comprometemos a apoyar a los países para que lo plasmen en acciones que marquen la diferencia.”
Como señalan distintas organizaciones como la OMS, One Health puede considerarse un estilo de vida. Las personas pueden contribuir de muchas maneras: asegurándose de que la fauna y flora silvestres permanezcan en sus hábitats naturales y no participando en su comercio; cumpliendo los tratamientos con antibióticos prescritos por los profesionales de la salud y completando la dosis según lo prescrito; practicando hábitos saludables con las mascotas y asegurándose de que estén vacunadas; evitando los medios de transporte con altas emisiones de carbono; e intentando caminar o ir en bicicleta en los desplazamientos cortos. Todo puede ayudar.