Por Medicina Responsable
7 de marzo de 2025Las mujeres son mayoría dentro del colectivo médico, sin embargo, siguen ocupando menos puestos de responsabilidad que los hombres en el sector y haciendo frente a actitudes discriminatorias. Por ello, la Organización Médica Colegial (OMC), a través de su Observatorio de Género y Profesión, ha celebrado la jornada “Mujer y Profesión Médica”, en la que han presentado un monográfico para poner de manifiesto la importancia de la perspectiva de género para cumplir con la deontología de la profesión.
La vicepresidenta de la OMC, la doctora Isabel Moya, ha sido la encargada de abrir esta jornada en la que ha repasado los objetivos del Observatorio de Género y Profesión, un grupo de trabajo que nació en 2017 para promover la igualdad efectiva de género en el desempeño de la profesión, fomentar la corresponsabilidad en la conciliación de la vida laboral y personal, y avanzar en la participación de las médicas en la representación de la profesión y en los espacios de toma de decisiones.
La doctora Moya ha destacado el “progresivo, aunque lento avance” de las mujeres en las direcciones de los colegios de médicos. “En 2021 solo un 10% de las presidencias de los colegios de médicos las ostentaba una mujer, hoy son el 20% y tenemos que tener en cuenta que somos el 54% de toda la colegiación”.
La monografía “Deontología Médica desde la perspectiva de género” pretende, en palabras de su coordinadora, la vocal de la Comisión de Ética y Deontología de la OMC, la doctora Felicidad Rodríguez, “poner de relieve que la perspectiva de género es absolutamente fundamental para cumplir con el mandato deontológico para una asistencia de calidad para todos y en condiciones de igualdad”.
En esta línea, ha aludido a que “las mujeres son mayoritarias en la profesión médica” (representando un 54% del total de colegiados) y que “el mantenimiento de principios éticos en el sistema sanitario no se puede llevar a cabo si no hablamos de igualdad”.
Además, ha recordado que “el código de deontología rechaza cualquier conducta que suponga una práctica discriminatoria. Algo que, según los presentados por el Observatorio, ha sido experimentado o visto por el 44,5% de los encuestados.
La experta ha subrayado que combatir la violencia de la práctica diaria colaborando activamente para hacer posible su erradicación se recoge en el artículo 72.1 del Código de Deontología, “lo que entra de lleno en nuestras obligaciones deontológicas frente a la violencia de género; también en la atención a colectivos vulnerables, donde las mujeres desgraciadamente ocupan un puesto muy alto (mayores, migrantes…). Otro aspecto en el que ha puesto énfasis ha sido en los sesgos de género en la investigación y en la asistencia, algo que se da más a menudo de lo que podemos creer y que no deja de ser una discriminación. Todo este abordaje de los principios éticos y sus vulneraciones es lo que se aborda en esta monografía, entre otras cuestiones”.
La monografía aborda distintos puntos, comenzando por un análisis ético desde la perspectiva de género, además de los retos pendientes en la atención sanitaria a mujeres y colectivos vulnerables y los sesgos de género que persisten desde la investigación hasta la práctica clínica.