El nuevo carril para ambulancias que la DGT hará obligatorio en 2026: “Salvará vidas. La conducción al hospital es crucial”

Imagínese que un grave accidente le fractura varias costillas y le abre algunas heridas, además de propiciarle múltiples traumatismos por todo el cuerpo. De camino al hospital, la ambulancia se encuentra un atasco y, para sortearlo, el sanitario que la conduce debe atravesar toda una retención de vehículos, varias rotondas, bolardos, jardineras e incluso invadir la acera. En las curvas, el dolor de las costillas se siente mucho más agudo, y cada bache intensifica el daño de las heridas. "Es lo que sienten muchos pacientes cuando son trasladados al hospital. ¡Y no te cuento la angustia de los que se suben con un infarto, un ictus o algo peor!", explica Alberto Mamés Pendones, técnico en emergencias sanitarias y vicepresidente cuarto de Semes-Asturias, la filial autonómica de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias.

Para evitarlo, la Dirección General de Tráfico (DGT) implantará a partir del próximo año 2026 un carril de emergencias obligatorio en las autopistas y autovías de España. ¿Su objetivo? Facilitar el paso de vehículos prioritarios como bomberos, policía y, por supuesto, ambulancias. "A los sanitarios nos afectará de forma diferente que al resto de profesionales", explica Mamés Pendones. "En el caso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, por ejemplo, el mayor desafío al que se enfrentan es llegar cuanto antes. Nosotros no. Nosotros tenemos que llegar de la forma más segura para el paciente", añade.

¿En qué consistirá la nueva normativa?

En 2026, la DGT reformará el Reglamento General de Circulación, modificando el artículo 32 que contempla el paso de vehículos prioritarios. En concreto, la norma indicará que los vehículos se deben “abrir hacia los lados” para dejar paso a estos. En vías de dos carriles por sentido, los de la izquierda se apartan a la izquierda y los de la derecha al arcén; en vías de más carriles, los del carril más a la izquierda se irán a la izquierda y los demás hacia la derecha, dejando libre el centro. "Los sanitarios estamos muy conformes con esta nueva medida por varios motivos. Por un lado, genera ese carril para que pasemos cualquier vehículo de emergencias. Por otro, nos permite acceder de forma más rápida y segura a donde queremos llegar", explica Mamés Pendones.

Además, el profesional confiesa que "esta era una de las medidas que generaban envidia sana al fijarse en otros países", pues en algunos territorios europeos ya se ha implantado. Alemania fue uno de los pioneros, pues cuenta desde hace 70 años con una norma que obliga a los conductores a dejar un carril central cuando el tráfico se detiene. Otros son Austria, Bélgica, Polonia, Luxemburgo, Hungría o Suiza. "Es algo que siempre estuvo presente porque lo hemos visto a través de imágenes, en Alemania o Francia, por ejemplo", afirma el técnico.

¿Cómo beneficiará al paciente?

En el caso de las ambulancias y otros vehículos prioritarios sanitarios, esta norma reportará mejoras, no solo en la celeridad con la que se atiende la urgencia, sino también repercutirá en el estado del propio paciente. "Podrá salvar vidas porque la conducción afecta de manera significativa a la patología o a la dolencia del paciente", afirma. "Esto lo explica la fisiopatología: el movimiento y las energías inerciales que se producen en los acelerones, bandazos y frenazos son clave en la salud o la enfermedad de las personas de camino al hospital. Si ese carril nos permite conducir de manera más fluida y constante, se ve reflejado", añade.

Además, subraya la importancia que este aspecto tiene en los pacientes hemodinámicamente inestables. "Somos un vehículo y esos movimientos inerciales, tanto hacia delante y detrás, como hacia los lados; sí que afectan. Para que todo el mundo lo entienda, un ejemplo es la rotación de la tierra, que gira a más de 1.000 kilómetros por hora y no lo notamos porque el movimiento es constante", argumenta.

Por último, Mamés Pendones destaca que en la mayoría de los casos los conductores se muestran colaborativos con los servicios de emergencia, aunque recuerda que saltarse un semáforo por dejar paso a una ambulancia no se penaliza. "A veces no saben cómo reaccionar, se bloquean o tienen miedo por las posibles multas, en la ciudad sobre todo. Y aunque intenten apartarse y dejarnos pasar, dependemos de mobiliario urbano que muchas veces nos deja encajonados, como árboles, bancos, bolardos o calles estrechas", apunta. Además, confía en que "aunque al principio genere dudas, como cualquier cambio, los beneficios serán mucho mayores que las molestias iniciales".

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