Por Nuria Cordón
12 de julio de 2024En el año 2022, la Unión Europea contaba con 2,3 millones de camas hospitalarias, 171.110 menos que en 2012, lo que supone una disminución del 7% en la última década, según datos de la oficina europea de estadística Eurostat.
Por países, las cifras más elevadas de camas hospitalarias se registraron en Alemania (642.107), Francia (374.290) y Polonia (231.789), mientras que las más bajas corresponden a Malta (2.158), Luxemburgo (2.609) y Chipre (2.857). En España, en 2022 había 140.551 camas, 2.398 más que hace diez años, situándonos en el quinto país por arriba.
Sin embargo, si atendemos al número de camas por habitante, las posiciones en esta lista varían considerablemente, sobre todo para España, que se sitúa en la parte baja de la tabla, con 294 camas por 100.000 habitantes y muy por debajo de la media que se encuentra en 516 camas (563 en 2012). Solo Irlanda (291), Finlandia (261), Dinamarca (248), Países Bajos (245) y Suecia (190) tienen menos camas por 100.000 habitantes que nuestro país.
En el lado opuesto de la lista se encuentran Bulgaria, que registró la proporción más alta en relación con el tamaño de su población, con una media de 823 camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes, seguido de Alemania (766) y Rumanía (728).
Si atendemos al número de camas que cada país tiene en centros de cuidados y otros centros residenciales de larga estancia, la tabla también sufre algunas variaciones. De hecho, algunos de los países que cuentan con más camas por habitante, como Bulgaria y Rumania, son los últimos en número de camas en este tipo de centros.
Las tasas más elevadas se encuentran en Países Bajos (1.420 camas de cuidados de larga duración por cada 100.000 personas), Suecia (1.299) y Bélgica (1.283). Por su parte. Bulgaria, con 25 camas de cuidados de larga duración por cada 100.000 habitantes, Grecia (26) y Polonia (214), cierran la lista. Aquí, España se encuentra bastante por encima de la media (627), con 854,2 camas en centros residenciales por 100.000 habitantes.
La reducción de camas en centros sanitarios no implica necesariamente un empeoramiento de la oferta asistencial. Según Eurostat, este dato excluye camas de ambulatorios y del sistema de atención diurna, y "los avances científicos y tecnológicos han reducido la duración media de la estancia para procedimientos en régimen de hospitalización o se han sustituido por otros prestados en régimen de atención diurna o ambulatoria".
Según Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, hay cuatro factores clave que han hecho que no sean necesarias tantas camas hospitalarias. En primer lugar, “el desarrollo de la cirugía ambulatoria, es decir, intervenciones que antes requerían de hospitalizaciones de tres o cuatro días y ahora no se requieren”. En segundo lugar, las hospitalizaciones a domicilio, sobre todo en ingresos de estancias medias prolongadas, que ahora se hacen en casa. En tercer lugar, “los avances científicos y tecnológicos, incluidos los fármacos, que han permitido que la recuperación de los pacientes sea más rápida y, por último, la piedra angular de la medicina del Siglos XXI, la prevención, que ha aumentado la esperanza de vida, pero también la calidad de vida”.